En el escenario laboral y corporativo  suceden historias sobre el manejo de las relaciones interpersonales y los conflictos que se suscitan en la comunicación diaria por la falta de conciencia sobre el poder que conlleva prepararse en el fortalecimiento de la inteligencia emocional.

En ocasiones los adultos actúan como niños de manera inconsciente.  No es que eso sea bueno o malo.  Solo que en la medida en que una persona elija preocuparse por su crecimiento interior y mejorar sus habilidades blandas (escucha activa, trabajo en equipo, tolerancia,  coherencia, integridad, autoliderazgo, responsabilidad personal y social, humildad, aprendizaje continuo, empatía…) la convivencia en el entorno corporativo será más armónica y por ende se reducirá el estrés.

La actitud del adulto niño puede ser un significativo obstáculo que le impida a un individuo avanzar en su vida profesional, laboral, familiar entre otros ámbitos.

¿Qué significa el síndrome de Peter Pan?. Se trata de personas con conductas de evitación a la madurez, que guardan en su subconsciente un temor a crecer, aunque hayan crecido.  Suelen ser inseguros, y esta inseguridad y falta de confianza en sí mismos, los lleva a auto-sabotearse. Cuando este síndrome se traslada al escenario organizacional, se traduce en problemas laborales cuando debe competir con sus colegas o compañeros.  Las personas con estas características de personalidad, manifiestan una necesidad constante de control. Testimonio. Uno de mis clientes inició un proceso de coaching debido a que no se entendía con su jefe y esto estaba afectando su vida laboral.  «Coach mi jefe es como una niña grande», dijo. Mi cliente transformó esta situación al empoderarse, mejorar su autoestima, desarrollar habilidades blandas y encontrar en esta situación aprendizajes y oportunidades para cambiar su observador. Para nadie es un secreto, que algunas de las personas que ocupan cargos directivos pueden presentar comportamientos inmaduros al dirigir equipos de trabajo. Ni bueno, ni malo.     Tal vez, lo hacen sin percatarse de su conducta y forma de relacionarse con los demás.  Es cierto, que el estrés diario hace de las suyas y que guiar personal no es una labor fácil. Sin embargo, estas actitudes ensombrecen el entorno laboral y emocional de las organizaciones. Los ejecutivos de hoy, tienen la posibilidad de trabajar en el despertar de una mayor conciencia y convertirse en un líder exitoso (un ser humano, que sabe escuchar, reconoce los talentos de los demás,  trabaja en equipo, es persona segura de sí misma, con una buena dósis de autoestima, practica la coherencia  y guarda un profundo respeto por los demás etc…).   Pero, el síndrome de Peter Pan no solo tiene que ver con el comportamiento en el espacio laboral, sino que en la vida cotidiana un porcentaje significativo de adultos adoptan conductas insanas en las relaciones interpersonales y se carece de conciencia de cómo los leen los demás y los efectos que causan en otros.       Obviamente es primordial aclarar que cuando se está centrando en sí mismo, nadie podrá impactar tu vida, si tu no lo permites. Según estudios de coaching y psicología sobre las causas que originan el síndrome Peter Pan obedecen a experiencias de la niñez. Cabe decir que influye la excesiva sobreprotección de los padres en la infancia.    Así las cosas, pregúntate en qué momentos de tu vida has sido un niño adulto.  La pregunta del Coach. giovannafuentes@yahoo.com ¿Te comportas como un adulto niño o un adulto responsable? ¿Qué clase de jefe eres?