El deporte de criticar se ha impuesto en la humanidad, sin embargo, existe poca conciencia de que cuando críticas no  estas criticando a los demás, sino a ti mismo.  Bien lo decía uno de los filósofos que me acompaña de vez en cuando a tomar café,  Sören  Kierkegaard, el fundador del existencialismo: “Si me nombras me niegas.

Al darme un nombre, una etiqueta niegas las otras posibilidades que podría ser.  Encasillas a la partícula en ser una cosa, al nombrarla, al concertarla. Pero al mismo tiempo la estas creando, la defines para que exista”.    

 

Mirar a otro ser humano desde sus debilidades te sostiene en el plano de lo pequeño.  Lo ideal es reconocerlo desde su potencial, sus talentos, su sabiduría  y su diferencia para que tú al igual que él se ubiquen en el plano de la grandeza ilimitada.     

 

Durante años, he observado cómo algunos van descargando en otros los dolores emocionales, sin tener conciencia de lo que dicen. Pero tal vez, lo que se desconoce es que todo lo que hacen y dicen se devuelve magistralmente, cuando menos lo esperas.  

 

Los grandes gurúes espirituales lo explican, cuando hablas de los demás, solo hablas de ti de lo que hay en tu corazón, como lo señala mi amigo Wyne Dyer.  Así que si exprimes una naranja saldrá jugo de naranja.   Ni bueno, mi malo.   

 

Una vez, encontré en mi muro de Facebook, que una persona me había escrito un mensaje mal intencionado aparentemente.  No obstante, lo que parecía ser un regalo tóxico,  para mí, resulto en una afortunada bendición que me permitió crecer.  

 

Así que ese mismo día le agradecí por su acto, comprendí que eso que decía solo hablaba de lo que llevaba en su alma.  En vez, de responder con agresividad, tan solo le pedí al cielo que la colmará de  bendiciones y la llenará de amor.

  

No me deje contaminar por esa situación.   Tampoco justifique el hecho.    Solo  elegí no entrar en su tienda, ni comprar sus productos tóxicos.  Con esta experiencia, hoy quiero invitarlos a mirar de nuevo hacia dentro de nosotros mismos.  Al no comprar las palabras ni acciones que afloran en otro,  cuando están cargadas de ira, odio, envidia, rencor, resentimiento, en fin, le estas diciendo sí a la vida.  

 

Por el contrario, es sano reflexionar con compasión, entendida como la comprensión de que en ese individuo habita la divinidad al igual que en nosotros.

 

La crítica le hace un enorme daño a la humanidad y hiere el corazón de seres humanos bellos, talentosos y extraordinarios que habitan en este planeta tierra. Las etiquetas solo sirven para albergar sufrimiento.  No descalifique a nadie.  No sabes, quien te descalificará mañana.

 

 En el mundo laboral a veces, algunos personajes de manera inconsciente descalifican por ejemplo el trabajo de otros,  se convierten en aplanadoras que se llevan por delante todo lo que se les cruza, claro desde sus experiencias y creencias limitantes, que no les permiten ver más allá de sus narices. 

 

Estos individuos tienen una particular manera de SER, ni bueno ni malo, no obstante sin tener una mayor conciencia de lo que hacen en el día a día dejan huecos en el corazón de otros, así como el niño que le pidió a su padre que le enseñará como no sentirse culpable cada vez que ofendía a alguien.

 

Su padre, lo invitó a clavar puntillas detrás de la puerta, por cada ofensa.  Al final, el niño regreso feliz y le dijo: padre he clavado todas las puntillas.  El padre le respondió ahora ve y sácalas. La puerta estaba llena de huecos. Sabiamente el hombre le respondió, así queda el corazón de las personas que ofendes. También el tuyo.

  

Es tiempo para tomar conciencia de que cada palabra que pronuncias, crea una realidad. Valora a los que te rodean bien sea en el ámbito laboral,  familia, amigos, universidad y otros escenarios, siempre, desde una visión grande.  Ellos, también son hijos del todopoderoso.

  

Empresas tóxicas, miedo corporativo

 

Como estudiante de la vida y en los procesos de coaching que he adelantado, me he encontrado con que en algunas compañías el miedo ronda en cada esquina.  Las personas a veces no parecen explicarse que les sucede cuando llegan al trabajo. Solo sienten que el miedo, los controla.  Las empresas al igual que los seres humanos, se identifican con emociones.  ¿Cuál es la emoción de tu compañía?

 

Estas emociones son creadas por los dueños, jefes o líderes que las administran.  Por lo general estos personajes,  en algunos casos, son manipuladores, egocéntricos, descalifican todo, son los más vehementes críticos de sus colaboradores, utilizan constantemente la palabra perfecto, siempre quieren brillar aún a costa de lo que hace su equipo de trabajo,  y sin saberlo, su autoestima es muy pobre, aunque la adornen de trajes a la moda, objetos materiales, y actitudes arrogantes.

 

Es realmente conmovedor ver como las personas que llegan a estas compañías o áreas de trabajo,  sufren una metamorfosis que termina por contaminar su alma, su espíritu, se tornan apagados y llenos de temor.

 

Conocí a una mujer que le tenía pánico a su jefe, cada vez que sabía que iba a llegar, se asustaba.  Ni bueno, ni malo, son maneras de ser, no crítico nada.  Esto lo cuento para dejar una reflexión.

 

No era para menos, era un líder tóxico. Para mí fue una maestra de la vida, siempre le envíe mucho amor, sabía que en el  fondo era una persona que tal vez había tenido una niñez muy difícil.  Lo que más me sorprendió con el tiempo, fue ver  como la mujer había adoptado el mismo comportamiento de su jefe y un exagerado auto-esclavismo. 

     

Por eso, es fundamental sanar conscientemente los patrones de personalidad que atraes a tu vida.   Esa vibración de miedo, se siente en el aire, estas empresas se convierten en compañías tóxicas.  ¿No te ha pasado, que cuando entras a determinados lugares lo percibes?.  

 

Hay un sinnúmero de historias que hablan de este tipo de compañías. Es como sí las personas que lideran esos lugares, tal vez, creyeran que con el miedo, se logra el triunfo.  Están equivocados. Lo que lleva al éxito, la abundancia y la prosperidad, es la energía más maravillosa del universo: el amor, donde se obtiene con alegría y plenitud los regalos más inesperados de la vida.  Es genial trabajar con personas amorosas, cálidas, sonrientes, tranquilas, seguras de sí mismas, líderes orientados, que reconocen los talentos de cada uno de sus colaboradores y los potencializan en aspectos que permitan el progreso de la empresa y la persona. 

  

Hay que aclarar valga la redundancia que podría ser que estos personajes tóxicos  no tengan conciencia de que sus actos se convierten en una estela (rastro que deja tras de sí un objeto en movimiento) que con el pasar del tiempo les será devuelta.  Cuando esto suceda la cuenta será alta, dado  que en el universo hay una ley inquebrantable: la de causa y efecto.

 

Así las cosas, si piensas o  hablas mal de alguien recogerás, lo mismo que sembraste y podría llegarte en abundancia.  Es entendible que somos humanos, pero cabe anotar que todo lo que das en la misma vibración regresará a ti aumentado.  

Recuerda que las personas que actúan de esa manera, son tan solo maestros que has atraído a tu vida, para superar tus creencias limitantes, arriesgarte, ser valiente, decir no,, hacerles ver que respetas su manera de ser, pero que tu mereces respeto y que no estás dispuesto a permitir maltratos, pues como dice un amigo: “mi autoestima no me lo permite”.

 

Siembra en tu vida bondad y recogerás sus frutos.   Entrégala sin expectativas. No todos los seres humanos somos iguales, cada habitante de esta planeta es único y especial,  no hay dos iguales.   Así que llénate de comprensión para aplicar en tu día la máxima de vida,  acepta a los demás tal y como son,  incluso aun cuando estos no se conecten con tu vibración.  O bailen en otra sintonía.    

 

Obviamente que cuando te encuentres con personas tóxicas, será sano para ti alejarte de ellos, pues terminarás marchitándote.  Ya que eso se pega.  Ellos, no tienen el conocimiento de que son vampiros energéticos.  Se alimentan de la energía de los demás, la más evidente señal, de que tienes cerca a uno de ellos, es el agotamiento que sientes cuando te relacionas con ellos.

 

Estos individuos, succionan la alegría, el bienestar, y el entusiasmo de quienes se cruzan en su camino.   Son personas urgentemente necesitadas de amor.  

 

Así que lo mejor que puedes hacer es enviarles mucha energía de amor, no hablar mal de ellos. Así sientas que te provocaría darles un jalón de orejas para ser suavecita.

Ora por él o ella, en vez, de dejarte atemorizar. 

 

Ninguna persona tiene poder sobre ti.  Eso  solo sucederá si tu lo permites. También es necesario que te protejas. Algunos se preguntarán ¿Cómo me debo protegerme?. Cultivando en ti una alta autoestima, confiando en el universo, siendo asertivo a pesar de lo que piensen los demás,  creyendo en ti y en tus ideas y desapegándote de la aprobación social.  

 

Ninguna persona en el planeta tierra necesita de la aprobación social del otro, solo de su aprobación personal, otra cosa es que le guste la aprobación como bien lo señala Dyer.  Pero sí necesita para vivir, aire, sin él no viviríamos ni un segundo, y el todopoderoso nos lo ha dado de manera ilimitada.    

 

 La pregunta del Coach

¿Cuántas palabras denigrantes pronuncias al día sobre ti mismo?

¿Qué dices de los demás?

¿Cómo te comportas con los demás?

¿Eres una persona tóxica o una llena de amor?

¿Qué has hecho en tu vida para sanar las heridas de tu corazón?

¿Vas por ahí hablando mal de los demás?

¿Te has mirado hacia dentro de ti mismo?

¿Qué cultivas en tu corazón?

Te invitó a que abandones la crítica, no es fácil, pero da un paso, pues tal vez sin saberlo le has hecho daño a tus propios seres amados.   Y no alcanzas a imaginarte cuánto daño le has causado.    

Mi frase de poder:

“Yo confío en mi misma, en mi guía interior en el proceso de la vida. Todo está bien en mi mundo”.   

 

¿Para qué sirve el Coaching?  La revista Fortune, coincide en que al proporcionar este tipo de entrenamiento a los empleados el rendimiento es dos veces superior respecto de otras compañías. Eso se sustenta en cifras: la productividad se incrementa en un 53% , la mejora del servicio al cliente en un 30%, la reducción de costos en un 23%.  Como bien lo dice un colega,  todo ser humano merece tener un Coach, porque nunca termina de crecer. 

 

A través del entrenamiento para vivir se plantean cuestionamientos que lo llevan a conocer cosas que jamás había pensado antes, mediante preguntas sencillas, como que tal ¿si lo que crees que es, realmente no es?  ¿Has observado que te dice el universo ante x o y circunstancia?

Tu Coach:  giovannafuentes@yahoo.com.  Atrévete a vivir.