Por: Diego Camilo Triana

Internacionalista y politólogo.

En momentos de coyuntura donde el planeta se plantea desafíos importantes ante el panorama actual en donde se presentan una combinación de desafíos urgentes y oportunidades para la acción. La pandemia de COVID-19, el cambio climático, la desigualdad económica y las tensiones geopolíticas son algunos de los temas clave que requieren atención y cooperación a nivel global.  En ese orden de ideas, es primordial que las naciones preparen acciones coordinadas y sostenidas para enfrentar los retos y construir un futuro sostenible y equitativo para la humanidad.

En ese contexto, economistas como Jeffrey Sachs, consideran relevante abogar por políticas que promuevan un desarrollo económico sostenible, reduzcan la desigualdad y aborden los desafíos globales como el cambio climático, la pobreza, la gobernanza global, la educación y salud, entre otros.

Otros economistas como Paul Krugman suelen inclinarse por políticas monetarias y fiscales expansivas en momentos de recesión o desaceleración económica. El economista ha expresado su preocupación por el incremento de la desigualdad económica, argumentando que la desigualdad puede ser perjudicial para el crecimiento económico a largo plazo y para la estabilidad social. Aboga por políticas que reduzcan la desigualdad, como impuestos progresivos y programas de bienestar social.

Así las cosas, desde la perspectiva de las economías mundiales con Estados Unidos sigue en recuperación después de los desafíos económicos causados con la pandemia del Covid 19, y con un crecimiento en el mercado laboral, sigue siendo una de las economías más grandes del mundo, con positivas perspectivas de crecimiento, pese a desafíos como la inflación y escasez de mano de obra en algunos sectores.

Mientras que la Unión Europea ha estado lidiando con una recuperación económica desigual entre sus países miembros. Algunos países, como Alemania y los Países Bajos, han mostrado una sólida recuperación, mientras que otros, como Italia y España, han enfrentado mayores dificultades. La situación se ha visto afectada por las medidas de contención relacionadas con la pandemia, así como por los desafíos políticos y sociales, como el Brexit y la crisis migratoria.

Entre tanto China, continúa siendo una de las economías de más rápido crecimiento en el mundo, a pesar de enfrentar desafíos como la desaceleración del crecimiento económico, la deuda corporativa y las tensiones comerciales.

Por su parte, los países en desarrollo enfrentan impactos significativos debido a la pandemia, incluyendo contracciones económicas, aumento del desempleo y problemas de deuda. Sin embargo, algunos han logrado una recuperación relativamente rápida, especialmente aquellos con una fuerte dependencia de las exportaciones de materias primas o con una industria tecnológica en crecimiento.

Por otro lado, los países emergentes han mostrado una variedad de condiciones económicas. Algunos, como India y Brasil, han enfrentado desafíos significativos debido a la pandemia y a problemas económicos estructurales, mientras que otros, como Corea del Sur y Taiwán, han logrado un crecimiento más sólido gracias a su capacidad para contener la propagación del virus y adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.

En conclusión, las economías del mundo se encuentran en diferentes etapas de recuperación y desarrollo, con desafíos y oportunidades únicas según la región y las circunstancias específicas de cada país. Sin duda, pese a que ya pasaron dos años, la pandemia de COVID-19 ha dejado una huella significativa en la economía global, sin embargo, muchos países están trabajando para superar estos desafíos y avanzar hacia la recuperación económica.