Recibo esta pregunta a menudo: ¿Cuál es la diferencia entre offshore y nearshore, cuando hablamos de la tercerización de servicios digitales? Acaso, ¿hay uno que se encuentra más cerca que el otro? En una palabra, sí, pero el impacto de esa proximidad puede ser importante en una multitud de desafíos, sobre todo en una coyuntura en la que el crecimiento de la industria se ha acelerado rápidamente.

Por: DJ Edgerton CEO de Zemoga.

En muchos sectores, y de manera bastante reconocida en la industria tecnológica, la estrategia de trabajo remoto se está implementando al trasladar recursos al extranjero, permitiendo que las empresas ahorren en gastos administrativos y costos laborales, al tiempo que obtienen más calidad en los entregables y mejoras en la eficiencia.

En ese sentido, tanto el offshoring como el nearshoring representan formas de subcontratar operaciones de negocio a una región o país diferente. Sin embargo, existen diferencias.

Mientras que el offshoring es un enfoque en el que una empresa traslada todas o algunas de sus actividades a otro país, el nearshoring busca que las organizaciones trabajen con equipos en países ubicados más cerca de los suyos, ofreciendo una mayor afinidad y alineación cultural entre los colaboradores.

Esto, a su vez, trae beneficios de alto impacto como la velocidad de comercialización y la capacidad de ejecutar proyectos ágiles sin tiempos de retraso debido a las diferencias horarias.

Ante una situación sin precedentes como la que estamos viviendo, la agilidad y rapidez en el desarrollo de proyectos resultan indispensables. El nearshoring se convierte en un modelo beneficioso tanto para las gigantes tecnológicas de Estados Unidos como para los hubs de América Latina.

Los costos de especialistas en temas de TI y servicios digitales en Estados Unidos son muy elevados, lo que supone una ventaja adicional para el desarrollo de productos realizados en la región latina, así como la posibilidad de visibilizar aún más el talento existente en países como Colombia.

Un reporte del International Data Corporation, IDC, destacó que el mercado de TI del país ha crecido en los últimos 10 años a una tasa del 18%; el sector del software ha crecido un 19,1% y los servicios de TI han crecido un 15,4%. Asimismo, se han duplicado sus ventas en los últimos 7 años y, en 2017, alcanzó los 9.500 millones de dólares, repartidos en: hardware, servicios informáticos, y software.  (11,4%).

Las empresas colombianas de tercerización de servicios, entonces, tienen un potencial gigante para seguir posicionándose como referentes del sector.

Hay que destacar que el talento de la región en temas de diseño, ingeniería, creatividad, y programación es indiscutible. Igualmente, la calidad y confiabilidad al momento de realizar proyectos con visión estratégica, han logrado que el subcontinente cuente con diferenciadores que van más allá de lo obvio, poniendo a las compañías de producción digital a la vanguardia y en la parte superior de sus opcionados al momento de considerar un proveedor externo.

Zemoga es un claro ejemplo de esto: con oficinas en Bogotá, Medellín y Barranquilla, estamos situados en una zona que es cercana a los clientes ubicados en Estados Unidos, con husos horarios muy similares o a veces iguales. De igual forma, con una cultura parecida que permite una mayor identificación y encaje entre los equipos de trabajo; no es lo mismo trabajar con un equipo en la India, que con uno en la misma región.

Hemos prestado nuestro servicios digitales de creatividad y producción al país norteamericano para clientes del Fortune 500 por más de 18 años, siendo los pioneros del trabajo remoto con empresas estadounidenses y teniendo una inmensa pasión por lo que hacemos.

No cabe duda que la región es un socio natural del país norteamericano. La región tiene una industria tecnológica en auge y es el hogar de grandes talentos que continúan formándose y que cuentan con un alto dominio del inglés destacándose a escala mundial. A su vez, países como Colombia o México ya cuentan con formación profesional de dichas habilidades, y las compañías ofrecen capacitaciones constantes sobre tendencias y procesos.

Por otro lado, la proliferación de negocios sigue aumentando y la credibilidad de las empresas latinas es cada vez más alta. Su pasión y entrega con el trabajo es evidente y reconocida por empresas de otros países, por lo que la región se vuelve cada vez más atractiva en el mercado internacional.

Todo esto gracias a un modelo de trabajo remoto que, bajo circunstancias inesperadas, se ha fortalecido y será el futuro del trabajo para millones de personas que hacen parte de la industria tecnológica del mundo.