La base de cualquier empresa es generar interacciones que lleven a la compra de un bien o servicio por parte de su publico objetivo.
La evolución tecnológica dirigida por elementos como computación en la nube, ubicuidad móvil del usuario, redes sociales, internet de las cosas y ciencia de datos, ha transformado radicalmente el comportamiento y las expectativas del usuario de cara a lo que esperan de las marcas y empresas de las cuales consumen bienes, productos y servicios.
Inmediatez, facilidad y pertinencia son conceptos clave que las empresas deben tener en cuenta para tener éxito en la nueva economía digital. Esto quiere decir que la propuesta de valor de las empresas debe ser entregada de manera inmediata o ágil, con una experiencia sencilla centrada en las necesidades del usuario, y de forma pertinente, es decir en el momento adecuado, cuando el cliente esta buscando suplir esa necesidad que tiene.
Implementar tecnología para evolucionar digitalmente quiere decir que logramos adecuar la propuesta de valor de la empresa a esta nueva realidad y a este comportamiento evolutivo del consumidor, además de poder observar en tiempo real la dinámica de estas interacciones para tomar decisiones estratégicas que mejoren continuamente la dinámica de negocios empresa – cliente.
La tecnología siempre debe implementarse teniendo en cuenta estos elementos, mejorar y facilitar continuamente las interacciones con nuestros clientes, y por otro lado observar de manera holística todos los datos que se generan como consecuencia de estas interacciones de manera que los líderes puedan tomar decisiones de manera sencilla y estratégica.