Escribir sobre turismo en nuestro departamento genera alegría y entusiasmo porque se habla mucho del tema en el sector público y en las tertulias cotidianas de la ciudadanía Casanareña. Para este artículo, realicé consultas con personas vinculadas al sector (hoteleros, profesionales, agencias de viajes, empresas de eventos, entre otros) y me encontré con unas realidades que deben ser estudiadas con mucho rigor.

 

Los hoteleros consultados manifestaron que la ocupación en sus hoteles obedece en un 95% a trabajadores de empresas del sector de hidrocarburos. Esta situación refleja que el desarrollo de este renglón del comercio (hoteles) se explica por el azar de la naturaleza, es decir, porque en nuestra región hay petróleo y no por una estrategia de atracción de visitantes.

 

Entonces ¿dónde está el turismo cultural, el turismo ecológico y el turismo agropecuario? Sí, ese turismo que se propone desde el sector público y desde las deliberaciones cotidianas de la gente: ¿dónde está? ¿qué ha pasado con la idea de mostrar a Colombia y al mundo nuestra danza y canto llanero, nuestras tareas y oficios ganaderos y agrícolas?

 

Formulé estas inquietudes a empresarios y profesionales vinculados al sector, quienes afirmaron que “si bien Casanare goza de paisajes espectaculares, fauna y flora exuberante y amabilidad en su gente, hace falta mucha inversión en infraestructura turística, el aeropuerto se quedó pequeño, el terminal de Yopal está en condiciones lamentables, los parques de la ciudad son demasiado normales y el equipamiento urbano es muy simple”.

 

Con semejantes realidades, les repliqué con derroche de optimismo que a los turistas se les puede llevar a la Laguna del Tinije, a los garceros, a las piscinas naturales y a fincas a vivir las actividades ganaderas y agrícolas de nuestro Casanare. Ante mi sugerencia, me explicaron: “los lugares que usted menciona no tienen inconveniente cuando se trata de visitantes locales, pero ellos no mejoran la economía de la región porque el consumo de alimentos se hace en sus hogares, no usan hoteles y se mueven en su propio transporte, además no son exigentes porque están habituados a las condiciones de estos sitios… la dificultad está con el turista nacional o internacional, por ejemplo, si los llevamos a la Laguna del Tinije o la Virgen de Manare, no encontramos un restaurante en esos puntos… si llevamos a un grupo de turistas a ver el Garcero ¿qué se le ofrece al turista? ¿ver las garzas desde la incomodidad  de una vía?… recordemos que es el turista nacional o internacional el que trae más circulante, pues consume en los restaurantes, usa el trasporte local, ocupa los hoteles y puede atraer muchos más turistas por su experiencia positiva”. Los representantes de agencias de viajes manifestaron: “otra dificultad para desarrollar turismo está en que la oferta hotelera ha sido diseñada para la demanda de servicios petroleros, son muy pocos los hoteles que tienen piscina, entretenimiento para niños y servicio de restaurante”.

 

Continué con mis replicas, y hablé sobre los hoteles campestres, las fincas eco y agroturísticas… ¿Qué pasa con ellos? Les pregunté. Me contestaron: “reconocemos el esfuerzo que han hecho en algunas fincas turísticas, pero no es suficiente para lograr desarrollo y promoción turística. Algunas confunden lo rústico con lo simple, deben invertir más en confort. Si bien el turista quiere conocer las tradiciones llaneras, también quiere estar cómodo y paga por ello”.

 

Señores(as) inversionistas locales, nacionales e internacionales, el turismo cultural, ecológico y agropecuario en Casanare tiene gran potencial, apenas está naciendo, demanda esfuerzos y coordinación entre el sector público y privado para que inicie su expansión y consolidación. Mi invitación a los gobiernos (municipal, departamental y nacional) es a trabajar por la puesta en marcha de planes de mejoramiento y mantenimiento de parques y espacio público; una política de renovación urbanística integral e innovadora que combine los elementos tradicionales del departamento y las tendencias de vanguardia, formular programas de apoyo financiero y capacitación permanente a empresarios y finqueros locales que deseen ponerle entusiasmo y energía a este sector. Es decir, crear condiciones para que inversionistas formulen y desarrollen sus proyectos turísticos en Casanare.

 

 

Christian Rodrigo Pérez Gutiérrez

M.Sc. Economía

Concejal, Ciudad de Yopal

twitter: @rodrigo_perez83