Por: Suárez Consultoría*
A lo largo de estos años de Consultoría a las Empresas Familiares, hemos escuchado los cuestionamientos de miembros de las mismas, pertenecientes a diferentes generaciones, que tienen Protocolo de Familia o aspiran a tenerlo. Las preguntas recurrentes son: “Por qué si tenemos ya Protocolo las cosas no han cambiado? ; “ Otras familias conocidas tienen y no les ha funcionado”.
Qué sucede? Para responder a ese interrogante nos viene a la memoria la reflexión que hacia un Fundador ,para rechazar la necesidad de hacerlo; dirigiéndose a sus hijos en esos momentos, les manifestó: “ ¿Verdad que Ustedes no van a traicionarme, como yo no traicioné a mi padre, ni el traicionó al suyo?..” A lo cual ellos respondieron: “No Señor”. Tiempo después, cuando revisamos el proceso y les preguntamos a sus hijos que harán cuando el Fundador falte, respondieron casi de manera unánime: “Vender”.
Existen fundadores que deciden transmitir a las siguientes generaciones “sus instrucciones” para que la Empresa Familiar perdure en el tiempo y, sobre todo,…se cumplan sus deseos…sin concertar, imponiendo y no concertando ? Qué sucede cuando dicho Protocolo se ha firmado sin tener en cuenta los intereses, motivaciones, ideas y sueños de los diferentes actores en la Empresa Familiar? , lo más seguro es que no funcione y acabe en la biblioteca como un documento muerto que no tiene aplicación en el día a día de la Empresa Familiar o se modifique, en el mejor de los casos.
Desde luego, el tema merece una reflexión. ¿Realmente el protocolo hace cambiar el día a día de una familia empresaria?
Para responder esa pregunta, nuestra experiencia nos ha demostrado que el Protocolo es un documento vivo, que tiene que adaptarse a las diferentes etapas de la Familia y la Empresa, a los ciclos vitales en que se encuentran y a los intereses de los diferentes actores.
En muchos casos, el Protocolo se realiza porque está de moda, porque un amigo lo tiene o “porque el abogado o el asesor me lo ha ofrecido…”. Incluso nos hemos encontrado algún caso que en el que se ha utilizado el modelo de otra familia y se han cambiado los nombres, cifras y porcentajes y al cabo de un tiempo se preguntan ¿Por qué no funciona?
¿Que hace que un Protocolo de Familia realmente funcione? Definitivamente la respuesta está en el PROCESO. El Protocolo es una excusa para que las familias cambien sus modelos de comunicación, conozcan sus pautas relacionales, creen una cultura de respeto y el acuerdo final surja como algo natural.
*Suárez Consultoría
Carrera 11D No. 118ª-44
Teléfonos: 6373447/36/58
Fax: 6373424
Celular: 314-3340761
Bogotá D.C. – Colombia