Por: Humberto Serna Gómez, Edgar Suarez Ortiz, Mónica Restrepo Campillo
CONSULTORÍA EMPRESARIAL SUÁREZ & ASOCIADOSles presenta el artículo “Los órganos de Gobernanza Corporativa”. Esperamos que este artículo sea de su interés, estando prestos a resolver las inquietudes que tengan en relación con el mismo.
En el mundo empresarial actual la confianza es un elemento de vital importancia, y se define no sólo por la regulación de origen legal, sino por los mecanismos que las mismas entidades adopten de manera voluntaria, los cuales deben cumplirse a cabalidad para el correcto funcionamiento del Gobierno Corporativo.
Si los órganos de los cuales depende la vigilancia del cumplimiento de la Gobernabilidad Corporativa no funcionan adecuadamente, difícilmente puede decirse que el Buen Gobierno se está ejerciendo de manera apropiada. Dichos órganos deben dar voces de alarma cuando existen riesgos o se presentan incumplimientos, tanto en la normatividad legal, como en la que se desprende de la autorregulación. En tal caso, se convierten en guardianes de la Gobernanza Corporativa y es su función vigilar que se cumpla con los requerimientos exigidos interna y externamente.
De esta manera, lo que ha generado las recurrentes crisis de Gobernabilidad está lejos de ser el Sistema en sí mismo. Así pues, la responsabilidad no debe recaer sobre éste como vigilante único, pues las fallas (incluso en entidades que poseen Códigos de Buen Gobierno o una estructura basada en el corporate governance) recaen en el Sistema de Control de la Gobernabilidad, que presuponen la falta de previsión de los eventos riesgosos o el incumplimiento de los deberes que podrían evitar dichas situaciones y que deberían ser detectados por todos aquellos entes responsables de controlar que el Buen Gobierno sea llevado a cabo de una manera coherente y responsable.
Las corporaciones deben asegurarse de que dichos órganos de control de gobernabilidad cumplan adecuadamente con su trabajo. Se considera que las crisis no se sostienen en el precepto de la inutilidad del Gobierno Corporativo en su conjunto, sino en las fallas que presenten los órganos que vigilan su cumplimiento[1].
En el momento en que los entes de vigilancia del Buen Gobierno Corporativo dejan de funcionar, se genera una cadena de incumplimientos que ocasionan la crisis. Por esta razón lo importante es subsanar las debilidades presentadas por la red, que es la causa real del incumplimiento del Sistema de Gobernabilidad; y es allí donde las entidades, desde la autorregulación, deben crear mecanismos para repararla, lo cual se hace con ayuda de las entidades agremiadoras e incluso estatales.
Lo anterior no significa que los órganos de Gobernanza Corporativa estén deficientemente estructurados[2]. Aún cuando siempre estarán sometidos a modificaciones constantes para la mejora de los controles, consideramos que es clave para su funcionamiento idóneo, prestar más atención en el desarrollo del día a día de quienes los ejercen, para que los riesgos puedan ser mitigados a tiempo, las funciones sean ejecutadas eficientemente y se cumpla con el objetivo del control.
La Gobernanza Corporativa se asegura con método, disciplina y ritmo. El Directorio o Junta Directiva y el Ejecutivo principal son responsables de estimular que estos órganos adquieran una dinámica y respeto organización, para que sean garantía de Gobernabilidad Institucional.
Cordialmente,
CONSULTORÍA EMPRESARIAL SUÁREZ & ASOCIADOS
[1]Gonzalo Fernández Atela. Fernando Zunzunegui. Los guardianes de la confianza y la crisis subprime. En: http://rdmf.wordpress.com/2008/03/20/los-guardianes-de-la-confianza-y-la-crisis-subprime/..
[2]Por ejemplo: la Revisoría Fiscal Externa, que asegura que se cumple con las normas y procedimientos contables y tributarios de la entidad; el Sistema de Control Interno, que, de manera interna pero independiente, vigila la el cumplimiento de políticas, procedimientos, normas y gestión de los recursos, para el aseguramiento de la gobernabilidad institucional; y el Comité de Buen Gobierno, Auditoría y Riesgos, que ejerce la veeduría sobre el cumplimiento del Código de Buen Gobierno en la organización; mitiga los riesgos; y sirve de apoyo en la supervisión de la efectividad del sistema de control interno.