En la sanación natural de hoy día se ha popularizado el uso de los puntos de presión para los masajes y la acupuntura. En Ayurveda, la medicina tradicional de la India, estos puntos de presión se llaman marmas, que significa zonas “vulnerables” o “sensibles”. Estos puntos se pueden usar de forma específica para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades o de forma general para la promoción de la salud y la longevidad. Los marmas son una parte esencial de las terapias ayurvédicas que van desde tratamientos en casa hasta procedimientos clínicos más complejos y constituyen uno de los principales pilares del pensamiento y de la práctica ayurvédica.
Los Marmas también son un aspecto muy importante de la ciencia del yoga que está relacionada estrechamente con el Ayurveda; el Yoga no tiene solamente un sistema sofisticado de posturas físicas, sino que además reconoce el poder del Prana o de la fuerza vital que se refleja a través de los puntos marmas en la superficie del cuerpo. El conocimiento acerca de los marmas puede incrementar la eficacia de cualquier tipo o nivel de práctica de yoga, ya sea con el uso del cuerpo, la respiración o de la mente.
Así como en la medicina china y en las artes marciales chinas se utilizan los puntos de acupuntura, en las artes marciales de la India, como en la tradición Kalari del sur, también se utilizan los puntos marma. Las artes marciales se enfocan en cómo golpear con fuerza y precisión esos puntos vulnerables para defenderse de los atacantes, pero la existencia de estas regiones vitales demuestra que el cuerpo no es una simple masa, sino un campo energético complejo con puntos de poder mediante los cuales podemos controlar los procesos fisiológicos y sicológicos.
Los marmas y la práctica del Yoga
En su sentido más profundo el Yoga es una ciencia espiritual de autorrealización, su objetivo es elevar nuestra conciencia a una superior que trascienda el dolor y el sufrimiento, el karma y el renacimiento. Para ello emplea muchas prácticas y técnicas: las asanas o posturas del Yoga que trabajan en nuestro cuerpo físico para liberar el estrés, eliminar las toxinas y equilibrar nuestras energías físicas; luego vienen los métodos internos del pranayama (control de la respiración) y el pratyahara (control de los sentidos) para calmar y equilibrar nuestra energía vital y los impulsos sensoriales de manera que no puedan perturbar la mente; y estos, a su vez, son seguidos por los mantras y la meditación para calmar, equilibrar y hacer receptiva la mente a las influencias superiores.
El Yoga tradicional refleja la visión fisiológica de la medicina ayurvédica con sus doshas, tejidos y sistemas, incluyendo la función de los marmas. Estos últimos están muy relacionados con los sistemas de los chakras y los nadis (canales sutiles) destacados en el pensamiento yóguico y que son el enfoque de varias de sus prácticas, en particular aquellas que involucran el Prana. Son centros pránicos importantes y además contienen las emociones negativas y la tensión nerviosa (par-ticularmente de vata). Con el trabajo en los puntos marma podemos controlar nuestro Prana y a través de él podemos controlar nuestros órganos sensoriales y motores y, de forma eventual, todo el complejo mente-cuerpo para lograr un fácil acceso a los reinos más altos de la conciencia yóguica.
Para más información, consulte el libro «Terapia de marma ayurvédica» del Dr. David Frawley, Lele y Ranade. Para los interesados en profundizar en el tema, los invitamos a tomar el curso de marma ayurveda.
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