Últimamente se ha visto bastante volumen operado en el mercado de los Tes. Recordemos que volumen no es lo mismo que volatilidad. Volatilidad es cuando los precios aumentan o disminuyen mucho durante un periodo determinado. Volumen es cuando se compra y se vende bastante cantidad de un activo, así su precio no cambie en demasía.
Al final todo se debe cumplir, pero en el entretanto toca estar muy pendientes de no comprar lo que no se quiere comprar y no vender lo que no se quiere vender. Toca meterse, salirse, volver a entrar y así. Todo esto dejó un dólar a 2.919 y unos Tes de Septiembre de 2019 al 5.226%.
Debo contarles algo. Ayer luego de la clase en la Javeriana, di una pequeña caminata y tuve una experiencia sensorial muy agradable. Había sol, energía, sonrisas y también algo de hambre. Paré en un quiosco ahí adentro y me compré un perro caliente. La salchicha naturalmente estaba entre el pan pero a su alrededor había papas trituradas y cebolla en cuadros. Encima queso fundido. Qué delicia, pegué muchos mordiscos. Imaginé muchas historias, las que quiero plasmar algún día en mi libro.
Y es que sí, todo hay que irlo descubriendo, debemos ser nuestros propios descubridores. En el libro que leo, “Creatividad Inteligente” de Beatriz Valderrama, veo muchos casos y procesos interesantes. Empecemos con el primer mandato de la creatividad: No matarás una idea. Todas sirven para algo.
Incluso para retomar el libro que escribiré.
Canción de viernes: «Fatal Chord» de Seelow. Esa para morirse.