Ayer se presentaron bastantes eventos bajo una línea de tiempo bastante específica y delimitada, un time line que procedo a describirles. La importancia del tiempo y lo agradable, a veces, de medir con exactitud lo que va ocurriendo. Todo empezó con un pre-market de 6.39%-6.30% en los Tes de julio de 2024 a las 7:44 am. A esta hora algunas mujeres se echan el rímel en las pestañas, otra mujeres, ya se lo han echado, otras no se lo echarán. Habrá hombres, porqué no, que también aplican rímel en sus pestañas. 8am en punto abre el mercado.

 

Cuando la tasa de un título se sube mucho, se crean nuevos niveles de compra. En el caso de ayer, el 6.375% se convirtió en un nuevo techo para esos julios del 24. Tecnicismos y números. A las 9:48am hubo pandebonos celestiales, de esos que son secretos, subrepticios, y cuyos mordiscos producen las más deliciosas sensaciones. A las 10:00am sonó un pito, un ring, y no era el Gran Combo: era el simulacro de evacuación, algo que se hizo en bastantes oficinas y colegios. Bajamos ordenadamente, hubo algunas selfies y shoe fights en Instagram, para luego subir a las 10:44am. Fue un simulacro bañado en energía solar.

 

A las 11:59am, despuntando el medio día, apareció un flan de leche con sabor a caramelo. Luego a las 2:40pm cerraban los julios del 24 al 6.29%. A las 9:53pm, ya entrada la noche, sonaba «Deli at night» de Birk Brainwash. Tintos y amor.

 

Un cronograma laboral, agradable, sincrónico y musical para ustedes, mis lectores. El pensamiento irradiante que me circunda, me habita.

 

Buena suerte para hoy!