(fuente: estilosdevida.bolsamania.com)
Luego de climas nocturnos extremos ahítos en granizo, luego del tráfico por los árboles caídos y luego de foros laborales muy interesantes, me dispuse a narrar, ya totalmente descansado, lo acontecido ayer. En el mercado financiero ocurrió algo extraño: vendieron bastantes Tes, lo cual hizo que su precio bajara. Veamos un ejemplo: los Tes de agosto de 2026 abrieron al 6.62% y cerraron al 6.75%. El dólar también cerró alto, a 3.065 pesos. Cuando ocurre esto de manera tan intempestiva, como el granizo, se dice que es un Sell-off. Suena sofisticado y anglosajón. ¿Qué ocurrió ayer en Colombia para que algún agente grande decidiera vender? ¿Qué dato raro salió? Pues les digo y les respondo: ninguno, no salió ningún dato. Me aventuro a decir que las ventas se dieron por decisión de algún agente y punto; así es el mercado, como los amores furtivos y las tragas: a veces no tienen razones que justifiquen su comportamiento.
Y sí, no todo tiene porqué tener su razón específica. Por ejemplo, yo no sé porqué mi fragancia favorita es y será la Terre d’Hermès. No la supero, aunque también me encanta la que tengo ahora, la Guilty de Gucci. ¿porqué a mí me gusta esta y a otra persona le gusta otra? ¿Porqué elegí ayer chaquetas H&M negras estilo ochentero de textura brillante? ¿Porqué, en cuanto a mujeres, no supero la Pleats Please de Issey Miyake? ¿porqué me gustó tanto el envase y la tapa hexagonal de L’homme Libre de Yves Saint Laurent?
No lo sabemos, no todo se sabe en la vida. De ahí la delicia de su fragancia.
(fuente: indiewire.com)