Hoy amanecemos con nuevos panoramas, decisiones y expectativas luego de lo ocurrido ayer; para los que no sabían, ayer hubo elecciones de presidente de Colombia entonces acudí a la mesa de votación que tenía asignada. Ya no se mete el dedo en tinta sino que se marca con una Equis en el tarjetón (cabe anotar que se debe marcar el que a uno le gusta). Vi a los arios votar en blanco y a los gorditos votar en masa. Luego de votar, bajo una tarde que ya no era tan lluviosa sino calurosa, ya con dos chaquetas cuya función pasó del abrigo al encarte, acudí a otra cita: al almuerzo en Mediterránea de Andrei, ahí en esa bella zona llamada Usaquén.

 

Cada quién probaba el plato del otro comensal, así que para comenzar a decirles, yo pedí pato a la mandarina y mis tres niñitas bellas pidieron Lasagna de pernil, Steak Dijon y tilapia entera al horno. Máximo y colosal. Hoy no sé qué vaya a ocurrir: los datos pre-elecciones fueron dólar a 2.879,45 pesos, julios del 24 al 6.085% y julios del 20 al 5.08%. Por allá afuera el petróleo se bajó mucho, recuérdenlo, un 2.81% aproximadamente, de 70.65 a 67.88 dólares el barril.

 

Luego en la noche hubo muchas Monsergas, o sea discursos aburridos; todos lo son, todos son ficticios. Pero bueno, así está la vida, esta es la racionalidad instrumental: proporcionar fines alternativos con unos medios que son escasos.