Escribir es actuar en retrospectiva, o más bien implica actuar en retrospectiva, porque para hacerlo debes revisar en los recodos de tu mente y tratar de plasmar lo que ahí hay, lo que dejó el pasado, el ayer, el sentimiento de lo vivido. En teoría no se debería escribir con la mente en blanco, pero a veces al hacerlo se va creando una suerte de energía implícita, se mete un espíritu que crea letras de la nada, se llega a tierras donde tal vez no se había llegado antes. En ese orden de ideas, revisaba lo ocurrido este fin de semana. El viernes hubo datos para la economía colombiana: su producción industrial creció 3.5%, más del 2.9% esperado; por otro lado, las ventas al por menor crecieron 3.2%, menos del 5.5% esperado.

 

Un dato bueno y uno malo, ¿entonces el comportamiento cómo fue? Será dependiendo de la mayor o menor ponderación que le queramos dar al uno o al otro. De ahí surge lo que se conoce como un comportamiento o tendencia mixta. Siguiendo con algo de numerología, en Rusia subieron tasas de interés del 7.25% al 7.50% y los títulos líquidos más cortos colombianos, los de Noviembre de 2018, cerraron al 4.37%; naturalmente ellos tienden a igualarse a la tasas del Banco de la República a un día (4.25%).

 

Revisando más vivencias, hubo 12 rosas entregadas como regalo de amor y amistad. Regalo predecible pero tarjetas y mensajes impredecibles. Ese es el verdadero poder de las letras: trascender. Sense8 continúa y The Innocents ya casi va acabando. Esto fue lo más relevante del fin de semana.

 

Todo esto implica ser lo que soy. El ser tiene un costo, pero el ser de verdad tendrá un ingreso.