El pasado viernes de fin de mes salieron varios datos: por un lado se publicó un desempleo de 10.1% en la versión urbana y de 9.2% en la versión nacional. Ya he manifestado algunas veces que el hecho de que estos datos sean mayores o menores a lo pronosticado, pues eso no es que diga mucho relativamente puesto que el parangón, o punto de comparación, puede haber sido fijado en situaciones de excesivo optimismo o pesimismo. Así que el dato puede ser leído como malo o bueno según nuestros propios preceptos. También las tasas de Colombia las dejaron quietas al 4.25%.

 

Lo que sí sé que es bueno es el devenir. Lo que va ocurriendo, lo que aprendemos todos los días. Tengo letras de Hiromi Kawakami en este momento (no confundirla con Haruki Murakami): el libro se llama “El cielo es Azul, la Tierra Blanca”. Trata sobre algo que va ocurriendo, un amor que va surgiendo entre una alumna (Tsukiko) y su profesor (Harutsuna). Hay buenas referencias a la gastronomía japonesa y voy aprendiendo que las zelkovas son unos árboles.

 

También en tareas escolares, averiguando sobre el Evangelio de San Mateo, recordé lo bella que es La Biblia, no importa si somos religiosos o no. Hay bellas historias ahí. Luego, la parte musical estuvo caracterizada por un excelente mix de Matthias Tanzmann, gran artista alemán. Si quieren ver el estilo de música que él pone, busquen por ahí “Marbles” de Kreature.

 

Reinas vallunas, DJs alemanes y escritoras japonesas.  Y sí, ganó Valle. Si alguien la conoce mándenle por favor mis saludos, que la puedo invitar a pandebonos, manjarblanco y marranitas. Puede ser más de lo pronosticado, ahí sí.