Ayer me impactó mucho ver un arca como el arca de Noé; vi la foto y es igual a como la tengo yo en mi mente; la fabricó un señor en Holanda y él espera que navegue hasta Israel. Muchas personas pueden preguntarse esto para qué sirve y ahí mismo podría yo responder que son estos homenajes o retos o pequeñas hazañas las que hacen linda la vida. Recrear esto en la vida real debe ser interesante; estaré pendiente de qué especies de animales mete ahí, ya veremos.

 

Ayer oí sobre subastas de acumulación de reservas y aprendí que el SMART es el sistema operativo general que maneja la Cámara de Riesgo Central de Contraparte. Me encantó el término: Smart. De hecho, antier coticé y cerré futuros específicos de 22s en el Xstream para que luego pasaran por medio del Smart para su compensación; se lee delicioso. De hecho lo que se busca es que esta lectura lo sea, que sea deliciosa.

 

Ayer cuando les mencioné lo del viaje en el tiempo, a muchos lectores les gustó porque hicieron su respectivo ejercicio de retrospectiva. Muchos me escribieron y fue muy enriquecedor. Efectivamente muchos viajeros del Transmilenio han presenciado esa fecha en sus trayectos: abril de 1999. Sería curioso averiguar el porqué.

 

Lo más bello fue algo que recrearé a continuación. Una vez el hijo de una lectora le dijo: “Mami, ¿porqué la voz de Transmilenio dijo que era 1999?” y ella le respondió “no, hijo, debiste haber oído mal”, a lo que el hijo se quedó callado. Luego, gracias a mi blog de ayer, mi lectora llegó a una conclusión: su hijo estaba en lo cierto. Moraleja: creerle a los niños.

 

 

Buena suerte para hoy..

 

 

P.D. Ayer comí un arroz vasco delicioso. Durante la entrada, comí pan con la mezcla etérea de vinagre balsámico con aceite de oliva. La reticencia entre esas dos sustancias es la que crea lo bello, la incompatibilidad de sustancias se vuelve arte. Lo bello de estas sustancias es precisamente su repulsión mutua. Entren a mi instagram @kemistrye y vean ahí esa obra de arte.