El viernes salieron datos buenos de la economía colombiana: las ventas al por menor subieron 10.8% y se creía que iban a subir 7.1%; también la producción industrial creció 4.7% y se esperaba que creciera 4.3%. Esto es señal de optimismo, cada quién delimita cuánto, habrá alguien más escéptico y así, pero los datos dicen que estamos mejor. Por otro lado el petróleo ha subido y la libra esterlina ha bajado.
Hay varias cosas: la polémica por la venta del 8.5% de Ecopetrol (son como 11 billones que le entrarían al gobierno), hay también polémica por lo del Brexit, por las posiciones de China ante los aranceles con Estados Unidos. Todos son temas de nunca acabar. Esto es lo que ocurre y para que se hagan una idea de los Tes, sepamos que las subastas no-competitivas se hacen ahora los viernes y no los lunes; es un menor plazo y claramente este hecho solo afecta a los que comercializan este producto.
Pero sí hay algo que afecta a un mayor número de personas: los Garoto, los famosos dulces del Brasil. En diciembre me dieron unos y vi varias pintas, es decir eran unos dulces variopintos. Me queda una duda muy relevante: ¿cuántas clases de Garoto hay? ¿cien? ¿veinte? ¿será que hay sabores exclusivos que solo han salido una vez? ¿será que hay variedades Premium que solo han circulado en alguna fecha específica por allá por Rio de Janeiro? Me invade y me carcome la curiosidad.
Esto lo escribo oyendo un grupo de J-Pop llamado Perfume y tomando una bebida de aloe vera con chía. No en Chía ni en Brasil sino en Bogotá.
De las garotas de la casa sí llevo la cuenta: son tres.