Ayer el mercado financiero estuvo esperando la decisión de tasas en Estados Unidos. Les cuento: las dejaron iguales, es decir que allá la Reserva Federal les seguirá prestando a sus bancos en un rango entre el 2.25% y el 2.50%. Además, la tasa que les paga por los excesos de dinero será el 2.40%; así funciona allá: por medio de un rango. Sin embargo, independientemente de la decisión, lo que siempre me ha despertado la mayor curiosidad no es el discurso como tal, sino cómo los investigadores se las ingenian para hallar y rebuscar la mayor información en ese mismo discurso.

 

Me explico con un ejemplo, tal vez con la relación entre dos novios. Resulta que Lauris le dice a Mateo: “mira bebé, nuestra relación va por terreno modesto, creería yo que posiblemente deberíamos considerar ver otras personas”. Jacobo podría pensar algo como lo que viene a continuación: “Ella dijo modesto y el mes pasado dijo que estábamos moderados, sniff, ese ‘creería’ me hace pensar que está dudosa porque no dijo la palabra ‘creo’, además hizo muchas puntuaciones, muchas pausas y se enroscaba el pelo con la mano derecha y no con la izquierda. No le creo, yo definitivamente creo que está dudosa, que no está terminándome y que sí me quiere”.

 

Más o menos así interpretan muchas personas los discursos de la Fed. Pero bueno, en últimas todo es cuestión de fe; de hecho, en ningún lugar hay más fé que en un análisis concienzudo. Todo esto lo escribí con 16 comas y 12 puntos.

 

Buena suerte para hoy.

 

 

 

P.D. hoy hace 11 años acogí en mis brazos a mi bebé María Belén; hoy 31 de enero celebro su nacimiento, sí, a ella mi bebé por siempre. Tortas, amor y celebraciones para ese maravilloso ser.