Hace unos cuantos meses estuve en un evento en el que debía de alguna forma guiar a unos niños de colegio en la búsqueda de lo que querían estudiar en la universidad. Había una actividad que se llamaba “Gestión de Pasivos”, entonces yo iba de grupo en grupo preguntándoles si necesitaban algo, no sé. El hecho es que una niña le estaba explicando a otra, amigas de colegio, súper tiernas, lo que ella entendía como Gestión de pasivos. Ella entonces le argumentaba que era necesario hacerse cargo de la gente que era pasiva, o sea la gente que no es muy proactiva y que por lo general es más quieta. Claro, esa era su concepción de lo que es una gestión de pasivos. Gestionar a los pasivos para que se vuelvan un poquito activos.
En otro contexto, le pregunté a una niña, jugando a ser el presentador de un concurso de televisión (me puse hasta corbata y todo), qué entendía por “tasa de interés”. La niña respondió que era la taza que más le gustaba, la que prefería. Claro, esa que ella prefiere es su taza de interés. A lo que voy es que cada quien responde de acuerdo a su propio contexto y de acuerdo a su propia realidad. Cada quien tiene su mente y aquí no hay verdades absolutas, aquí lo que prima es la tolerancia.
Es importante que lo tengamos en cuenta. Por ejemplo en el trading hay algo que se llama “aprovechar rebotes”; es como decir que hay que aprovechar cuando el precio ha bajado mucho para ahí sí comprar. Pero no sé esto como lo entienda un luchador, un gimnasta o una empresa que elabora laxantes.