Ayer se llevó a cabo la gala del MET, un evento anual que se hace en Nueva York, más exactamente en el Metropolitan Museum. Siempre tienen un tema en especial: ayer era el Camp, ese estilo mega sofisticado y lleno en aditamentos, esos estilos extremos que catapultaron a la fama a Cher, a Lady Gaga y a Nicki Minaj. La pareja compuesta por el gemelito Cole Sprouse y Lili Reinhart estuvo súper linda.
Por otro lado, siempre me ha parecido un gran acierto la nueva estética de Gucci, con Alessandro Michele a la cabeza, pero esta vez su pinta, junto con la de Harry Styles, careció de toda estética. Estos desfiles son curiosos y son agradables de ver, sin tanta pretensión; claramente la gente dice que hay cosas más importantes, pero hay que definir el término de “importante”. ¿importantes para quién? la importancia es subjetiva. El hecho es que los estuve viendo y creo que para mí la reina fue Elle Fanning. Absolutamente hermosa, mírenla:
Hablemos de importancia. Ayer un tweet, o sea un mensajito en la red social Twitter, de Donald Trump desató toda serie de estragos en los mercados financieros. Eso sí es triste, eso sí es deprimente, que una declaración mueva los índices horriblemente para abajo o para arriba. Por ejemplo el Shanghai Composite index bajó 2.62% (es decir, de 2.984 a 2.906 puntos). Eso sí me parece absurdo: que unas declaraciones sobre algo de la guerra comercial con China muevan a la gente y no un comportamiento real. Eso es más dantesco que el nivel de estética “Camp” en los diseños de Gucci .
Hay mil cosas más pero debo resumir. Ayer fui a La Casa Tomada, una espectacular librería. Y no empecé el de Rosa Montero sino que terminé antojándome de otras obras. De hecho, empecé “Mañana en la batalla piensa en mí” de Javier Marías. Impresionante, posee toda la relevancia literaria y no literaria.
La subjetividad de lo importante, sí señor.