Nada de fotos, solo datos.
¿Acaso son pertinentes las fotos? El dólar el lunes 28 de Septiembre estaba a 3.873 pesos, tal vez marcando tendencias al alza para unos y a la baja para otros. Veía que la tasa del Banco de la República bajaba al 1.75%, luego de que hace un año estaba encima del 4%, quién lo creyera. Pero ¿es eso relevante? ¿Será importante tener metido en la mente que en Macbeth mencionan un título nobiliario de Conde de Northumberland? ¿Será relevante decir que el nuevo libro de Elena Ferrante, llamado «La vida mentirosa de los Adultos», lo tengo ya en mi haber y que me muero por empezarlo?
¿Es relevante saber y plasmar que el precio de la carga de 125 kilos de café vale $1´080.500?
Si nos ponemos filosóficos, nada es relevante. Ni saber que hay que apalancar y desapalancar Betas o que Eduardo Galeano mencionaba que somos la cultura del envase. Nada importa en últimas. Pero no podemos pensar así, más bien pensemos que todo importa, que todo es relevante.
Pensemos que todo es positivo y que todas las lecturas sirven: desde Marx hasta la Vogue, desde la ley 964 de 2005 del mercado de valores hasta la Invitación a un Asesinato, de Carmen Posadas. Precisamente, somos tan insignificantes que, al contrario, todo, absolutamente todo nos sirve. Todo es ganancia dentro del mar de insignificancia.
Hasta este escrito que les doy con tanto amor.