Hace poco, en una de mis sesiones semanales con estudiantes, algo que no llamo clases académicas sino así, sesiones de 6 a 10 de la noche, les mencioné un artículo que yo había escrito hace un par de años. Ese artículo intentaba explicar, con una analogía, dos conceptos importantes en las finanzas: los Forwards y los Futuros.  Hice el comparativo, referente a que una camiseta de una tienda de cadena (no sé, por ejemplo Falabella), hecha en serie, todas igualitas, se asemejaba a un futuro y una camiseta mandada a hacer con diseñador, a la medida y con una tela exclusiva, se asemejaba a un Forward.

Me puse a ver más artículos viejos y releí algunos, releí lo que yo escribía antes. Es que a los lectores nuevos, que son varios, les explico: hace bastante tiempo yo empecé a escribir un blog diario políticamente correcto y profesional, con la intención de explicar lo que pasaba con el dólar, con los bonos del gobierno (que se llaman Tes) y cosas así. Ese era el plan inicial, formal y ortodoxo. Luego me empecé a emocionar y le empecé a meter percepciones de la vida, libros que andaba leyendo, revistas, frases, series, películas y lo que era solo finanzas se convirtió en un concepto cuyo nombre sería el que luego adopté para mi propia página web: La Vida en Finanzas. aquí el link: http://www.lavidaenfinanzas.com

El ejercicio diario y estricto (y al decirles diario y estricto me refiero exactamente a que todos los días hábiles a las 6 de la mañana, pasara lo que pasara, la gente recibía el mail con lo acontecido el día anterior) propició la unión de más y más gente, más adeptos, que querían recibir sus dos-tres párrafos diarios de percepciones financieras y no financieras. Tal cual, la vida en finanzas. Siempre utilizaba el mismo derrotero, la misma espada de batalla: que lo entendieran mis papás, mi tía, mi jefe, mi cliente de Nueva York o mi primo arquitecto. Cualquier persona.

Hice un villancico, me inventaba crucigramas, poemas, retruécanos, hice varias analogías que incluso sigo reseñando, hablé de Djs, de fiestas, de cocktails, de descripciones de platos, de canjes de deuda, de colocaciones, de coberturas, de libros. Siempre. Y pues sí, era un informe diario, que se podía leer al cabo de dos días, pero no tenía el mismo efecto, ya que los datos ya caducaban, el artículo perdía vigencia por decirlo de alguna manera. Por lo tanto, a la par de mi artículo empecé a escribir mi libro, algo que fuera más a largo plazo. Mi bello y ansiado libro, la mezcla entre aspectos reales y fantasía, ese hijo mimado gestado en 2017 llamado OSÍAS Y LAURA. Este sí que sería algo imperecedero.

Como cuando los hijos crecen, pues hay que dejarlos ir. Y ya OSÍAS Y LAURA nació, ya está circulando y no puedo modificarle su estructura. Debo volver a la mascota, podría volver a mis informes diarios. Podría volver a escribirles sobre esta locura de los Tes, sobre las tasas del Banrepública, sobre mis libros que leo, sobre el pop, sobre el drum & bass, sobre el K-pop tal vez, o sobre el delicioso capuchino que tomo mientras leo a Balzac. Los temas y las ganas de escribir siempre están ahí, son esas ganas que siempre están durmiendo al lado mío.

La escritura y la lectura es esa amante furtiva que siempre me hace ojitos, que nunca me desampara, así algunos días o meses la deje olvidada. La cultura siempre está en mí, varios años adelante y ya con mi primer libro a cuestas.

La vida en finanzas volverá.

En mi instagram @kemistrye pueden ver más cosas y mi última mezcla que hice (sí, también soy DJ) la pueden oír aquí,  tiene que ver con todos los ritmos rotos deliciosos como el jungle y el Drum & bass: