Buenos días:

 

Ya sabemos que el problema no son los tesoros: ellos reposan tranquilamente por los lados del 4.47%. Olvidémonos de eso, de ese driver. El problema evidentemente es interno, de desconfianza y de distribución de propiedad entre los diferentes tenedores, los cuales pues dadas las cosas no deberían llamarse tenedores sino cuchillos. Tampoco el problema es el dólar, este está en unos optimistas 3.888 pesos. Si no recuerdan qué ocurrió el viernes, pues benditos sean, a veces es mejor; para todo lo demás existe MasterCard y un pequeño recorderis: todo abrió muy lento, casi nada operaba y de un momento a otro empezó a subirse en tasa en promedio 19 puntos los benditos UVRs y 17 puntos los tasa fija. ¿Quién sigue vendiendo si supuestamente todo está atractivo? ¿Quién de la nada opera títulos así porque sí, 20 puntos por encima? Y además con un volumen casi nulo. Hagan de cuenta que una acción vale 3 mil pesos y al día siguiente alguien la vende a 2.500 pesos, sin regatear ni nada. Esos gaps con los que abre, en este caso para mal, contrastan con la acción de GameStop que en un solo día aumentó 110%. Imagínenlo: esta acción, que se nos hizo famosísima en enero de 2021, vuelve a ser célebre y está 60% más cara de lo que estaba el viernes. ¿Porqué subió? Por rumores, por una foto, por un absurdo dibujo en Twitter. Allá fue absurdamente positivo. Aquí fue, es y será siempre absurdamente negativo. Allá GameStop, aquí GameOver.