Entrega especial:
Solo lo dicto por cultura general: ayer publicaron muchos datos en Estados Unidos. Había 14 datos, llenando la inmensa biblioteca de la datadependencia. Se creía que las peticiones iniciales de desempleo iban a ser 215.000 pero fueron 213.000, también el PIB aumentó un 2.8%. Con estos datos iban bajando los Tesoros al 4.25% y aquí claramente fue para arriba (neutro en pesos y 2 puntos los UVRs). En fin. Respecto a nuestro país, el país del pollo Frisby y de los corrientazos de arroz con papa y spaghetti, hay ahora polémica porque está el desazón frente a todos sus gastos y, tal parece que a la larga va a terminar el año cumpliendo la regla fiscal a como dé lugar, ahorrando 28.4 en vez de los 33 billones planeados. Aquí el problema es de dónde vino el ahorro. Hagan de cuenta que ustedes están mal de plata y deben conseguir mil pesos este mes. Los pueden conseguir inventándose un emprendimiento, poniendo a vender tenis o lasagnas en su edificio y dejando de gastar en cosas superfluas; o, por el dark side, también puedo hacer el recorte sacando a mi hija del colegio, yéndome a trabajar a pie, comiendo solo apio con arroz y el proyecto que tenía de ir a una finca en navidad con la familia en Sasaima, pues cancelar todo, dejar a sus hijos infelices, pero listo, cumplí con la meta de ahorro. Es decir, ahorrarían porque dejaron de ejecutar lo que debían ejecutar. El yin y el yang de las decisiones. Muy igual el dólar, a 4.406 pesos. Nunca el apodo de “pesares” para “pesos” había sido más acertado.

P.D. Me iba para Londres en enero, normal, porque iba a almorzar en el Fat Duck con Daisy Edgar-Jones; iba a pedir, normal, el menú degustación de 300 Libras. Estaba emocionado por ponerme mi trench coat Burberry, normal, e íbamos a pasar una noche en el Ritz, pero pues ahora que nos piden visa nuevamente, tal vez no vaya. Le dije mas bien que viniera a visitarme y nos fuéramos a una casita en Sasaima, pero ahora ella tampoco puede venir. Hube de terminarle.