Los tiempos cambian. Antes si yo decía que me fue como a los perros en misa, quería expresar entonces que me fue muy mal. Pero ahora no es así: ayer fue el día internacional de los animales, fecha que se ajustó a propósito del día de San Francisco de Asís, y mi perrito Cristo (el Yorkie que ya muchos conocen) asistió a una misa especial con varios perritos. Le fue como a los perros en misa, o sea esta vez bastante bien. Fue bendecido. Ayer a mí también me fue como a los perros en misa, o sea muy bien.
Puede ser que a mí me salga hoy un dinero que conseguí barato, me lo prestó una tía o un mecenas a varios años y a una buena tasa, con eso saldo una deuda que se me iba a vencer pronto con mi mejor amigo que es DJ en Brooklyn. Algo parecido hizo el Gobierno: recordemos lo que les conté ayer, que había salido a conseguir 2.000 millones de dólares en el mercado. La mitad de eso, 1.000 millones, los usó para recomprar (o prepagar) unos títulos que se le vencían en 2019. Así que en el neto, lo que consiguió no fueron 2.000 sino 1.000 millones de dólares.
Ayer veía periódicos y me impactó la foto de un cuadro: El Beso, de un pintor francés llamado Carolus-Duran. Es el cuadro más bello que he visto en los últimos días, representa lo clásico, el impresionismo y el romanticismo a la perfección. Las mejores cosas de los periódicos son las que no son noticias. Eso lo sabe muy bien San Francisco de Asís, mi perro Cristo y lo saben las mentes que divagan y van en busca de la verdad.
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