Del Chocoramo y demás obsesiones…

Debo admitirlo, no soy amante del Chocoramo, creo que esta sobre valorado; nunca he entendido la obsesión de los colombianos con este producto, y cada vez que menciono lo que les acabo de confesar recibo malos comentarios. En semanas anteriores se anunció el lanzamiento del chocoramo esparcible, una versión colombiana de la famosa Nutella, todos lo mencionaban en las redes sociales, pues colombiano que se respete (No yo) ama profundamente los productos RAMO.

La luna de miel continuó por unos días hasta que empezó a circular el articulo titulado » Dónde encontré la nueva crema de Chocoramo y todo lo que aprendí de economía mientras la buscaba» de Sebastian Serrano. En el articulo se mencionaban frases como:

1. «¿Cómo es posible que una empresa con más de 3.000 empleados como Ramo haya decidido encargar la tarea de crear su producto más novedoso en años a una planta operada por catorce sujetos en Canadá?»

2. «Le escribí a la gente de Ramo para preguntarles qué los motivó a encargar su nuevo producto estrella a una compañía extranjera y esto fue lo que contestó: «Hoy contamos con retos en nuestra capacidad productiva, situación que nos motivó a buscar un aliado internacional para la producción de nuestro nuevo esparcible de Chocoramo».Lo que yo leo entre líneas es: por plata.»

3. «Para bien o para mal, la apertura económica es una realidad que lleva más de veinte años sucediendo en Colombia. Y ya sea por acción o por omisión, la mayoría de nosotros hemos sido cómplices de ella. Lo deberíamos saber quienes hemos comprado ropa de pasarela a precio de huevo en Zara, también quienes ya arman de memoria su sándwich en Subway y seguro que deberíamos entenderlo los periodistas que como, yo o Andrés Ospina, publicamos y cobramos en gigantes mediáticos que hacen presencia en decenas de países alrededor del planeta»

Soy negociadora internacional, formada por neoliberales, pero no, no voy a repetir el discurso de todos mis colegas, por esto respondo al señor Serrano con preguntas.

En relación al punto 1. ¿Es lo mismo producir una torta de chocolate que una crema para esparcir? ¿Porque invertir en modificar los sistemas de producción de una empresa en un producto que no es el centro de su negocios y que probablemente no tenga mucho éxito en el mercado? ¿Porque no hacer uso de experiencias de otros grupos empresariales en pro de la compañía?

Luego el señor Serrano menciona que la tercerización de RAMO es por la plata… PUES CLARO!! El objetivo último de una empresa es hacer dinero, claro esta, sin dañar a la sociedad o el medio ambiente y creo que RAMO no lo está haciendo.

Ahora en cuanto al sentimiento de culpa que desea despertar en los colombianos por consumir productos extranjeros, me parece algo interesante, si, deberíamos apoyar la industria nacional, estamos de acuerdo, pero hoy en día en un mundo globalizado la definición de producto local es tan distorsionada y difícil de definir que el consumidor debería basar su decisión en otros elementos como el enfoque social del modelo de negocio.

Ahora la próxima vez que se despierte su comportamiento etnocentrico y vaya a comprar a GEF, pregúntese ¿De donde proviene el algodón?, y cuando abra la tan deliciosa chocolatina Jet creo que no estará degustando un producto 100% colombiano. Pero tranquilo…esta bien!