Una de las actividades nobles del ser humano es la de emprender un negocio, con ello no se beneficia exclusivamente el emprendedor como se suele elucubrar, de forma directa se beneficia la persona que recibe los servicios o productos consecuencia del emprendimiento, también se benefician las personas dispuestas a colaborar con el emprendedor con su trabajo por el cual reciben una remuneración, se beneficia la comunidad cuando en conjunto emprende y genera riqueza que se convierte en el combustible de la prosperidad.
Todo esto sucede como fruto de una mente inquieta, como suele ser la del emprendedor, mente que se convierte en artista del desarrollo; no es difícil entonces encontrar a los verdaderos héroes todos los días y en todo lugar, héroes anónimos a los que les basta el reconocimiento de sus clientes y trabajadores, el panadero es un emprendedor, el vendedor de libros es un emprendedor, la señora que vende caramelos en la esquina es una emprendedora, pero también el presidente de un banco es un emprendedor, así como el gran industrial es un emprendedor! el bróker de seguros es un emprendedor!
Héroes que no piden otra cosa que se les deje trabajar, que su tiempo lo puedan dedicar a innovar y a crear, no a realizar trámites burocráticos que no agregan valor, que se les reconozca el derecho a crecer económicamente y que ello no sea motivo de coacción, que se reconozca su papel en la generación de oportunidades.
Un homenaje a esos héroes anónimos que han cambiado el mundo y las sociedades, a esos emprendedores que no necesitan pedir favores ni beneficios especiales, que hacen de la invención su pan diario, que buscan oportunidades en medio de su propio laberinto de creta, aquellos que usan su talento en las mesas de reunión planificando como servir mejor y ganarse la confianza de los clientes y los trabajadores.
Oswaldo Toscano
@otoscano_ec