Al crear una moneda propia, los BRICS podrían depender menos del dólar estadounidense y otras monedas de reserva internacionales. Esto les daría mayor control sobre sus políticas económicas.

En la última reunión de los BRICS, Vladímir Putin, abogó a favor de un sistema de pagos internacionales alternativo que pueda impedir que Estados Unidos utilice el dólar como arma política. Aunque, en general, los otros miembros tienen ciertos acuerdos sobre la idea de reducir la dependencia del dólar estadounidense, Brasil e India toman con reserva las posiciones que lleven a una alineación automática con China (China representa el 71 % del PIB de los BRICS) o una postura antagónica hacia Occidente.

La moneda BRICS

Uno de los temas que han circulado alrededor de esta discusión, es la creación de una moneda BRICS. La idea de una moneda común para los países del bloque nace como una alternativa al dólar estadounidense en el comercio internacional y las finanzas globales. Claro, es tan solo una idea y está aún en discusión. Ahora mismo se debate sobre las características monetarias que tendría.

Una de las propuestas, apoyada por Rusia, es respaldar la moneda BRICS en oro, como lo destaca el economista y autor de “Currency Wars” Jim Rickards. Al hacerlo, una depreciación del dólar estadounidense, al estar el oro denominado en dólares, llevaría a una apreciación del oro y, por lo tanto, de la moneda BRICS. Por otro lado, Nogueira Batista, exvicepresidente del Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), sugiere crear una moneda BRICS como una cesta de monedas similar a los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI.

¿Puede ser una amenaza real al predominio del Dólar?

 

Aunque la aspiración de una moneda para el bloque suena interesante, existen algunos retos que deben resolver antes. La demanda de una moneda depende en gran medida de la confianza en el marco institucional que la respalda. La moneda BRICS necesitaría un marco institucional transparente, eficiente y confiable para ganar la confianza de los inversores y lograr una adopción generalizada.

Si comparamos con la experiencia del Euro, los países de la zona Euro comparten una política monetaria y han alcanzado una convergencia económica significativa. Esta cuenta con instituciones sólidas, como el Banco Central Europeo, que gestionan la moneda. En contraste, los BRICS presentan economías más diversas y no están tan integrados económicamente y aún están en proceso de desarrollo de las instituciones necesarias para respaldar una moneda común y necesitan armonizar sus políticas económicas y financieras.

Uno de los desafíos importantes, tiene que ver con la coyuntura. El enfrentamiento entre las potencias en varios frentes, incluida la guerra entre Rusia y Ucrania, carga de forma intensa al proyecto de la nueva moneda con factores ideológicos y geopolíticos. A manera de contraste, el lanzamiento del euro se impulsó principalmente por factores económicos y políticos dentro de Europa.

La mayoría de analistas coinciden con que una moneda BRICS exitosa podría desafiar la hegemonía del dólar y aumentar la influencia del bloque en la economía mundial, aunque el camino es aún largo y lleno de dudas.

¿Por qué una moneda BRICS?

Al crear una moneda propia, los BRICS podrían depender menos del dólar estadounidense y otras monedas de reserva internacionales. Esto les daría mayor control sobre sus políticas económicas y reduciría su vulnerabilidad a las fluctuaciones de las monedas extranjeras.

Los BRICS representan el 28 % del PIB mundial, por encima del PIB del G-7 (27 %). Concentran el 16 % del comercio global, 42 % de la población mundial, una tercera parte del territorio del planeta y alrededor del 20 % de la inversión mundial. Una moneda común podría simplificar las transacciones comerciales entre los miembros del bloque, reduciendo los costos de conversión y las incertidumbres cambiarias.

Aunque, el argumento más mediático hoy se enmarca en un contexto geopolítico de creciente tensión entre Estados Unidos y China, así como el cuestionamiento al orden internacional liderado por Occidente. Las sanciones impuestas por Occidente a Rusia tras la guerra en Ucrania han acelerado la búsqueda de alternativas al dólar y han evidenciado la vulnerabilidad de los países del “sur global” a las acciones unilaterales de Estados Unidos.

Otras medidas para “desdolarizar”

El presidente Putin ha confirmado que están trabajando en la creación de un sistema de pago basado en blockchain llamado BRICS Bridge. Esta ha sido una respuesta a las sanciones económicas encabezadas por Occidente en contra de Rusia. Este sistema busca conectar los sistemas financieros de los países miembros utilizando pasarelas de pago para liquidaciones en monedas digitales de bancos centrales y así evitar el uso del sistema de pago Swift.

El Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), como institución financiera del bloque BRICS, podría desempeñar un papel crucial en la implementación y expansión del BRICS Bridge. De todas formas, el esfuerzo concertado de los países BRICS para reducir su dependencia del dólar estadounidense en el comercio y las finanzas internacionales ya empezaron antes de estas iniciativas.

Por ejemplo, el renminbi (RMB) ha experimentado un crecimiento gradual como moneda de reserva en las últimas décadas, impulsado principalmente por el ascenso económico de China y las estrategias implementadas para su internacionalización. Sin embargo, su camino hacia un rol protagónico en el sistema financiero global se ve obstaculizado por diversos desafíos que debe abordar. Ahora mismo, China experimenta una inusual fuga de capitales.

Bloomberg ha publicado que las salidas de capitales de China alcanzaron los USD 49 mil millones en agosto, la mayor salida de capitales mensual desde diciembre de 2015. Esto podría generar más presión sobre el yuan. La salida de capitales refleja una menor confianza en la economía china y en el futuro del RMB. Esto puede desalentar la inversión extranjera y reducir la demanda de la moneda, contribuyendo a su depreciación.

Para pensar

Sin duda, los BRICS es una importante plataforma política internacional que remodelará profundamente el futuro orden internacional y la moneda de los BRICS puede crear un abanico de varias divisas, incluyendo el dólar estadounidense, el RMB y el euro. Al final, es otra arista del nacimiento de un mundo multipolar.