Cuando se desvincula a alguien en el mundo laboral, siempre existe un proceso de duelo. Si ese despido es, además, complejo, este duelo puede convertirse en un dolor de cabeza. ¿Cómo gestionar este tipo de eventos?
Desde el lado humano, despedir a alguien siempre es una situación traumática, aunque las intensidades varíen por diferentes causas. No solo para el extrabajador, sino para el equipo y el resto de la organización. Si este despido se ha gestionado de manera inadecuada, puede generar incertidumbre, miedo, y desconfianza, factores que pueden impactar profundamente en el ambiente laboral y la productividad. Para resolver este problema y reconstituir la confianza, es esencial abordar el proceso de duelo que experimentan los empleados.
Paso 1: Procesar el duelo
El proceso de duelo en el contexto laboral comienza con el reconocimiento de la pérdida. Los empleados deben tener la oportunidad de expresar sus emociones y preocupaciones abiertamente. Esto puede lograrse mediante reuniones de equipo donde se anima a los colaboradores a hablar sobre sus sensaciones, percepciones y sentimientos en un ambiente seguro y sin juicios de valor.
Para la psicóloga, Elisabeth Kübler-Ross, el duelo tiene cinco etapas: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Comprender que estas emociones son normales puede ayudar a los empleados a procesar sus experiencias sin sentirse aislados o anormales. Este modelo, aunque útil, no debe tomarse como una receta universal.
Transitar por este proceso de duelo no es una secuencia lineal de etapas. Eso puede llevar a las personas a sentir que deben experimentar las etapas en un orden específico y dentro de un plazo determinado. Lo cual puede generar ansiedad y culpa en quienes no siguen este patrón, que es lo más común. El duelo es un proceso individual y no lineal, y cada persona lo vive a su manera, el modelo de Kübler-Ross es solo referencial.
Paso 2: Restablecer la comunicación asertiva
Una comunicación es clave para reconstituir la confianza en el lugar de trabajo. La transparencia en cuanto a las razones detrás de los despidos y el estado actual de la empresa puede mitigar el miedo a futuras incertidumbres. Es importante que los líderes sean honestos sobre los pasos que están tomando para asegurar la estabilidad futura de la organización. Además, es fundamental ofrecer a los empleados recursos y apoyo, como talleres de manejo del estrés o acceso a servicios de asesoramiento, para ayudarlos a navegar el duelo y el cambio.
Otro de los aspectos clave, es reafirmar las reglas del juego. Es decir, mientras más clara esté trazada la cancha y mientras más se cumplan las reglas desde todos los niveles, entonces mejora la adopción de ellas.
Paso 3: Promover la colaboración.
Una buena idea es aprovechar estos eventos para promover un ambiente inclusivo y colaborativo, puede ayudar a los empleados a sentirse valorados y seguros. Fomentar el trabajo en equipo y reconocer los logros pueden servir para elevar la moral y crear un sentido renovado de pertenencia. La confianza no se recupera de la noche a la mañana; es un proceso gradual que requiere compromiso y esfuerzo continuo por parte de la gerencia.
Paso 4: El papel de los líderes luego de un despido laboral
Finalmente, la participación activa de los líderes en el proceso de reconstrucción de la confianza es indispensable. Los líderes deben modelar el comportamiento que desean ver en sus equipos, mostrando empatía, ofreciendo apoyo, y comunicándose eficazmente. A medida que los empleados ven un esfuerzo genuino por reparar las dinámicas laborales, es más probable que se restablezca la relación de confianza.
A manera de resumen, superar un mal ambiente laboral tras despidos implica reconocer el duelo, mantener una comunicación abierta y honesta, fortalecer la cultura organizacional, y la participación activa de los líderes. Estos pasos pueden abrir el camino hacia un entorno de trabajo más sólido y unificado.