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Los cambios de hábitos de los consumidores y el desarrollo del comercio electrónico han motivado la necesidad de gestionar las marcas por Internet

La construcción de una marca es una técnica de marketing conocida comúnmente como “branding”, en la cual se gestionan los elementos que conforman el nombre, los aspectos visuales (íconos, símbolos, logo), y asuntos intrínsecos tales como su valor, principios, impacto y credibilidad, entre otros, que finalmente se traducen en componentes diferenciadores ante las audiencias.

Es por ello que las marcas luchan continuamente para mantener su reputación. El objetivo no es otro que la perduración de la marca en la mente de los consumidores. Para lograrlo, su empresa puede utilizar diversas tácticas que buscan aumentar el conocimiento de su marca, posicionarla, y darle valor; entre ellas se puede citar la publicidad en medios, las promociones, las relaciones públicas, las alianzas, las formas de distribución, las políticas de sostenibilidad y las actividades comunitarias, entre otras.

Cualesquiera sean las herramientas tradicionales (off line) utilizadas por su organización, estas deben extrapolarse hacia la web 2.0. Esto incluye las redes sociales, la publicidad en línea, los métodos virales, el voz a voz digital, los blogs, y otros ambientes interactivos que ofrecen diferencias notables sobre las estrategias de branding off line, pero a su vez las complementan.

Mix de tácticas digitales

Es tal la fuerza del branding 2.0 que existen numerosas herramientas electrónicas –la gran mayoría gratuitas- ideadas para que los empresarios de cualquier tamaño construyan su marca a través de un mix de tácticas interactivas que incluyen programas de fidelización digitales, activación de productos con marketing viral, campañas en redes sociales, publicidad por clic y posicionamiento en buscadores, entre otros.

El objetivo es el mismo: estrechar relaciones con las audiencias digitales y mantener la fidelidad de los clientes online. Todo, enmarcado en la construcción de una marca utilizando tácticas online y tradicionales.

Sin embargo, de nada sirve contar con una estrategia digital de reputación si su empresa aún no define sobre el papel cuáles principios y valores esenciales sobre su marca se transmitirán a sus audiencias y qué factores de impacto y credibilidad son los que más influencia ejercen para que un cliente se decida por sus productos. También es necesario precisar los perfiles, grupos y contenidos para cada segmento del mercado con el fin de fidelizar su marca.

Branding Tradicional y Digital

Una vez definidos con precisión los objetivos, elementos y componentes diferenciadores de marca, su empresa estará en capacidad de incursionar con total confianza en el branding por Internet, mezclando tácticas online y off line para reputación desde una sola visión empresarial.

Construir, desarrollar y mantener una marca cuesta tiempo y dinero; además, la segmentación de productos y la feroz competencia en los mercados aumentan de forma exponencial el flujo de mensajes publicitarios que reciben las audiencias. Si a esto le sumamos la aplicación de nuevas técnicas digitales de branding, el esfuerzo en la gestión de marca se complica.

Pese a este intrincado escenario, el branding 2.0 ofrece grandes beneficios a bajos costos y tiempos cortos de implementación que permite a empresas con pocos o nulos conocimientos en marketing online competir frente a frente con otras grandes compañías que tomaron la iniciativa hasta hace un par de años, pero que igual, continúan aprendiendo y aplicando herramientas digitales de reputación que están al alcance de cualquier presupuesto.