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Es importante dejar las reglas de juego claras desde el principio.
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El éxito de un emprendimiento depende del socio que elijas.
Pero el reto está en saber elegir muy bien ese compañero. Es algo así como casarse. Así de delicado y trascendental.
Las reglas de juego claras:
Desde un principio se deben estipular las cláusulas, compromisos y riesgos que ambos adquieren al momento de conformar una sociedad ya que en muchas ocasiones al comienzo los socios se dejan llevar por la emoción del proyecto que con el tiempo el compromiso se va desvaneciendo. Por eso, dejar todo claro desde el principio ayudará a no tener inconvenientes de responsabilidades en el futuro.
Complementarse en habilidades y conocimientos
Espíritu emprendedor
Cuando se busca un socio debe tener en cuenta que este tenga un espíritu emprendedor, debe ser una persona que tenga las aptitudes para tomar decisiones de alto riesgo y que esté dispuesto a enfrentar obstáculos y retos que se presentan en el camino. En muchos casos se ve a un socio por sus habilidades técnicas ya que se carece de esa disciplina, pero esto no debe ser toma de decisión ya que puede ser un detonante de problemas a largo plazo.
Implacabilidad:
Cuando Walt Disney estaba a punto de declararse en bancarrota por segunda vez, luego de rechazar la oferta de Mintz que reducía el pago de sus cortometrajes y, además habiendo contratado a la mayor parte de su planta laboral para crear un nuevo estudio, Walt se encontraba en una crisis. Su hermano y socio Roy se quedó con él apoyando y trabajando sin ni siquiera recibir pago por ello. A esto se refiere cuando se habla de implacabilidad. Se debe conseguir a un aliado que esté dispuesto como Roy a darlo todo y jamas rendirse frente a las adversidades. Nos referimos a esas personas que se ponen la camiseta y hacen todo lo posible para que el proyecto prospere, incluso en los momentos de mayor dificultad.
Pocos pero seguros:
A la hora de buscar un socio se debe seguir el dicho “a veces menos es más”. Entre más socios se tenga será más difícil llegar a un acuerdo con ellos al momento de tomar decisiones.
Muchas veces los emprendedores desesperan y gastan energías en tratar de conseguir un socio pronto. Y en la mayoría de casos se confunde a un socio con un inversionista por el simple hecho de traer un aporte económico que ayude a apalancar el emprendimiento.
Por este motivo, cuando se alinean los objetivos, se cuenta con tres o cuatro “socios” que a la final solo dan su aporte capital y desaparecen por completo dejando todas las cargas laborales al proyecto.
“No olvidar que un socio es como un matrimonio, que debes darte el tiempo para conocerlo, ser claro y sincero en tus intenciones, complementarse y día a día luchar con esa persona para alcanzar tus objetivos”, dijo Hernández.
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Los dejo con este video en el que Misael Martínez, gerente de Arkix, nos explica cómo mantiene una buena relación son su socio Federico Peláez.