Me reí muchísimo viendo el preestreno de La Pachanga, dirigida por Harold Trompetero. Fui a Procinal de Mayorca, en Sabaneta, atendiendo una invitación de Harold, con quien tuve la oportunidad de dialogar sobre su faceta de emprendedor cultural.

Con esta imagen se promociona la película La Pachanga. Foto cortesía. 

Como contexto les cuento que Harold ha dirigido 20 películas y participado en la producción de 30, entre las que se cuentan Diástole y sístole, El Paseo 1 y 2, Muertos del susto, Mamá al volante, Dios los junta y ellos se separan y nadie sabe para quien trabaja, entre otras.

Este comunicador, publicista y magister en escrituras creativas me contó que empezó en el cine en el año 1992.

Cuando le pregunto la razón para haber incursionado en el séptimo arte, se deshace en risas y me dice:

“Llegué al cine porque no servía pa´nada. Tenía muy mala ortografía y no poseía ninguna habilidad destacada. En vez de escribirles cartas a mi papá o a mis novias, o hacerles artesanías y manualidades, un día tomé una cámara y empecé a hacer videocartas. Eso me empezó a gustar. De ahí seguí filmando eventos sociales como matrimonios y cumpleaños”.

Profe, yo le presento un audiovisual

Ya en la Universidad, el naciente cineasta les hacía una solicitud a sus profesores de que le aceptaran presentar sus tareas en formato audiovisual, en vez de ponerlo a hacer ensayos escritos. Ese fue el camino para hacer sus primeros videos con un toque más alto de elaboración.

Y bueno, todo se dio, y de pronto empezó a participar en películas desde la producción y la dirección, que tanto le fascina, y se convirtió en un emprendedor cultural, muy destacado en Colombia.

“La empresa Trompetero Producciones fue una necesidad natural. Al principio facturaba como individuo, como persona natural, pero el negocio creció y me obligó a crear una compañía. Veo cada película como un emprendimiento. Es cierto que hay una experiencia que ayuda, pero cada nuevo proyecto es volver a empezar desde cero”.

Al hablar sobre los aprendizajes que ha tenido en el camino del emprendimiento, el que más resalta es que hoy tiene la certeza de que el principal patrimonio que tiene un empresario es la credibilidad que genera.

“Uno puede no tener dinero, se puede quebrar, irse a otro lado, quedarse sin ideas y sin talento. Sin embargo, lo único que a uno lo mantiene vigente, y hace que no caiga como empresario, es la credibilidad. En el momento en que uno la compromete equivale a perder todo su capital”, asegura.

Empiezan de atrás para adelante

Cuando le pregunto cómo funciona el negocio del cine, este emprendedor me explica que por cada proyecto hay un modelo de negocio distinto.

“Empiezo de atrás para adelante. Parto de una idea y analizo las posibilidades de consumo, hablo con los distribuidores, calculamos cuanta gente podría ver esa película. Y de ahí echamos para atrás. Hacemos el diseño de producción, miramos si es viable o no, si es rentable o no, y cuales son las mejores fuentes de financiamiento para es idea”, con lo cual me queda claro que hay un estudio juicioso y participativo antes de salir a las pantallas de cine.

En un momento de la conversación damos un giro hacia la Economía Naranja y Harold me da su punto de vista: “Nominalmente tiene buenas intenciones y suena muy bonito. Es una iniciativa loable, pero muy mal enfocada. Hay exigencias muy altas para gozar de sus beneficios, como el hecho de tener tres empleados. Ese es un costo laboral muy alto para muchos emprendimientos”.

Nos puede aniquilar culturalmente

Su otro reparo es que la economía naranja está muy enfocada a la productividad, o sea a hacer económicamente rentable la producción cultural.

“El peligro es que nos aniquile culturalmente porque pasa de crear pensamientos y nos convierte en artesanos que producen plata. Y puede distorsionar la creación y la formación de una nación, que es lo que fundamenta la existencia de la cultura”.

Y su otro temor es que “nos puede convertir en una maquila, de tal manera que los extranjeros vengan a Colombia a producir porque tiene costos más bajos y eso aniquila el pensamiento nacional. Vienen por beneficios tributarios y otros incentivos, pero es para producir ideas de extranjeros y no de nacionales”.

Finalmente, Harold dice que siente que en el país hay una presión muy alta para que los jóvenes sean emprendedores y les recuerda que no todos tienen que serlo. “No porque esté de moda tengo que ser emprendedor. Debo medirme si soy capaz de lograrlo. Ir a la academia y emplearse también son fórmulas válidas”.

Y su frase final: “Si decide que es un emprendedor, que lo que haga lo convierta en un ser feliz porque la felicidad es la materia prima de la productividad”.

La Pachanga se estrena el 25 de diciembre

Pachanga familiar que se respete siempre tiene buena música, diversión, amor, trago, comida típica, chismecitos familiares, una que otra disputa y, por qué no, hasta un muerto. Una rumba de película vivirá la familia Matayana en el cumpleaños de la jefa del hogar, doña Matilde, pero la diversión se volverá conflicto cuando se den cuenta que la herencia familiar está en juego.

Con un gran elenco de reconocidos actores del teatro, la televisión y el cine, encabezado por Ana María Arango, Diego Vélez, Carlos Hurtado, Francisco Bolívar, Mario Ruiz, María Irene Toro, Martha Restrepo, Tato cepeda, Tavo Bernate, Diana Vivas y muchos más.

La cinta incluye además el debut cinematográfico del popular grupo de carranga rock, Los Rolling Ruanas, quienes además compusieron la banda sonora del filme.

Risas, un toque de drama y algo de humor negro son los principales ingredientes de esta, la nueva película de Harold Trompetero, que estará en todas las salas de cine de Colombia desde el próximo 25 de diciembre de 2019.

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