Nadie podría decir al ver el lozano rostro de Angie Mazo, la directora de Espiral Grupo, y mucho menos al escuchar su dulce voz, que ella se puede considerar «el terror de la pandemia», o bueno, sin llegar a exagerar, que ella es quien sería capaz de ponerle el «tatequieto» a muchos temores generados por esta, compartiendo sus conocimientos y la fuerza de trabajo de su equipo, en empresas tan importantes como Ecopetrol, Comfenalco, ISA, Contex Constructora, el Grupo Argos o la Organización Corona, Dislicores, Finagro, Contraloría General de Medellín, para solo mencionar algunas.

Angela María Córdoba es la creadora de Espiral Grupo. Foto cortesía.


El escenario de incertidumbres que se presentó de manera particular para cada uno de los emprendedores y empresarios del mundo, ante la situación de una pandemia global, logró poner en aprietos hasta a los más experimentados administradores.

«En ese momento nos sentamos a pensar qué íbamos a hacer con la organización; y uno de los principios fundamentales que desarrollamos, fue reunirnos con todo el equipo e inclusive con algunos miembros de sus familias, para darles la tranquilidad y la certeza de que las cosas iban a estar bien, y que de parte de la organización, íbamos a estar ahí», comenta Angie, como es conocida por todo el mundo.

Este acto de inclusión y participación de todos los integrantes del equipo, en el que se les manifestó que la compañía con su apoyo y colaboración, enfrentaría cualquier impase, y que los fundadores darían todo lo necesario para encontrar soluciones y recursos, para asegurar que todos estuvieran tranquilos y seguros, generó un momento que fue catalogado y manifestado por varios de ellos, como crucial en sus vidas.

«Muchos en el equipo mencionaron sentirse abrumados, derrumbados, preocupados, y creo que esa red de apoyo que constituimos fue absolutamente importante. Hoy todos ellos reconocen que ese momento fue contundente para sus vidas y las de sus familias», dice AngieCMazo, como le gusta firmarse.

De exitosa empleada frustrada a inspiradora empresaria

Estaremos de acuerdo con que no hay mejor forma de enseñar que con el ejemplo, y Angie nos lo puede comprobar, pues su vida empresarial es resultado de aquello que vio en casa con sus padres y tíos, que pertenecen al mundo de la administración y las finanzas.

Cuando se le pregunta por su definición como persona y como empresaria, responde con los ojos brillantes y a boca llena: «primero, soy la mamá de Miguel Ángel y esposa de Diego Restrepo», definición que con orgullo da a su interlocutor, para hacer saber cuáles son sus prioridades en la vida, y estas tienen que ver con el SER, luego habla de su formación: «soy psicóloga, tengo una especialización en Talento Humano de la universidad CEIPA Business School, y una maestría en Dirección, de la Universidad del Rosario».

Ese entusiasmo por la gestión de lo humano aplicado en varias organizaciones, especialmente del sector salud, la llevaron a obtener incontables satisfacciones personales y profesionales que le otorgaron distinciones, premios y galardones como producto de la gestión realizada, y sin embargo, aunque su contacto era con los fundadores de las empresas, los altos cargos directivos, los encargados de implementación de estrategias a gran escala, Angie sentía que lo que hacía se veía limitado en sus alcances, y entonces no podía dejar de sentir frustración.

«Así que descubrí que mi asunto no era de conseguir un empleo —yo ya había tenido unos trabajos muy chéveres—, sino más bien, de hacer algo más profundo alrededor de lo que significa el desarrollo humano. Me puse a escribir y a desarrollar una organización que tuviera la posibilidad de impactar a las organizaciones y a las personas, apalancada en un concepto de perdurabilidad empresarial», especifica AngieCMazo.

Y luego de mucho escribir, soñar y concebir en el papel ideas que se convertirían en propósito, dejó su empleo, en el que era muy exitosa, y le apostó a convertirse en una orgullosa empresaria

La obsesión por el teletrabajo da origen a Espiral Grupo

«Siempre he sido una enamorada del teletrabajo. Cuando era empleada, yo siempre buscaba que mis jefes me dejaran trabajar desde mi casa», asegura Angie.

Al preguntarle el porqué, confiesa que no lo sabe, solo acierta en decir que si tenía que hacer cualquier labor en la que no fuera necesario estar presente en las instalaciones de la organización, pedía esta concesión, que no todo el mundo compartía.

«En septiembre de 2015 fundamos la organización, siempre bajo una premisa: todos los que trabajemos en Espiral, vamos a ser teletrabajadores», apunta enfática.

Esta filosofía abría un campo de posibilidades muy especial para generar unas condiciones de empleo a diferentes tipos de personas en condiciones muy distintas: hombres, mujeres, estudiantes, seres humanos con algún tipo de discapacidad o situación de movilidad, en fin, las oportunidades y opciones se veían muy prometedoras.


Este fragmento corresponde a la historia de Angela María Córdoba Mazo en el libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras -Versión Pandemia-, que acaba de salir al mercado. Es un libro con principios, valores, buenas prácticas y mucho aprendizaje para los emprendedores. Los interesados en adquirirlo lo pueden solicitar en este link de la Librería Nacional.

El libro es de mi autoría en equipo con Vianette Monsalve y un equipo de producción, redacción y diseño apasionado por contar buenas historias: Andrés Toro Carvalho, James Alzate, Daniel Sierra y Johan Paniagua (diseño), a quienes agradezco su dedicación para sacar un libro muy potente y cargado de inspiración.