Mi mayor aprendizaje en la Escuela de la Riqueza fue la importancia de que mi vida y mi empresa tengamos un propósito, que es transversal a todo lo que hacemos y permite que todo fluya.

En esas reflexiones de los sábados (durante un semestre) con esos grandes maestros que son Iván Mazo, Jaiber Pérez y Alberto Sierra, siempre conversamos sobre la importancia de que las personas y las empresas trasciendan el interés de ganar dinero y realmente tengan un propósito que sea inspirador, que nos apasione y que contribuya a que nuestro planeta cada vez sea un mejor lugar para vivir.

Esta guía compartida por la Escuela de la Riqueza le puede servir para iniciar el proceso de definir su propósito personal y empresarial. Debe repasarlo de tiempo en tiempo, con el fin de aumentar la claridad y el foco:

1. ¿Cuáles creo que son mis mayores capacidades y disposiciones personales, aquellas cualidades que constituyen mi potencial único? Recuerde que su propósito es crear algo, no corregirlo.

Haga una lista de las capacidades y direcciones (que sus disposiciones le indican) que son naturales y espontáneas, las destrezas que más le guste expresar. Describa cada una en una o dos palabras. Encierre en un círculo las cinco aptitudes o disposiciones más altas que tenga. Escriba un resumen en una o dos frases. Mi potencial único es:  __________________________

2. Si yo tuviera tiempo y recursos ilimitados, ¿qué elegiría hacer? Cuando reflexiono sobre mi vida personal, ¿qué actividades considero las de mayor valor?

3. ¿Cuáles son las relaciones más importantes de mi vida?

4. ¿Cuáles son los papeles más importantes de mi vida? Mucha frustración proviene del sentimiento de que tenemos éxito en un papel (por ejemplo, como ejecutivos, profesionales o empresarios) a expensas de otros papeles importantes, tales como los de padres o esposos. Equilibrio entre sus diversos papeles no quiere decir que tenga que concederles igual tiempo a todos; significa permanecer consciente de todos ellos y tomar medidas para enderezarlos a la realización de su propósito.

Podría comenzar observando áreas en que sus pasiones en la vida son iguales o refuerzan las de otros miembros de la familia, y planear con ellos actividades en las cuales en lugar de sentir que están actuando sólo por cumplir con un deber todos encuentran un camino para el disfrute individual y compartido y para el crecimiento.

Se opera así una sinergia, y aun cuando usted pueda destinar el mismo tiempo que antes a ese papel, ahora se siente más en sintonía con sus seres queridos y más conectado con ellos. Nombre una o dos cosas específicas que podrían influir significativamente en cada uno de sus papeles. ¿Cómo padres, esposos, hijo o hija? ¿Amigo o amiga? ¿Líder o empleado? Preste oídos a su intuición.

5. ¿En qué clase de trabajo reside mi pasión dominante? Estas son dimensiones de mí mismo con las cuales sueño y hacia las cuales quisiera poder canalizar más energía y tiempo. Cuando reflexiono sobre mi vida de trabajo ¿qué actividades considero las de mayor valor?

6. ¿Quién es la persona que tiene mayor influencia positiva en mi vida? ¿Qué hace excepcional a esa persona?

7. ¿De qué estoy más orgulloso en mi vida? Describa cómo ha ejercido usted una influencia fundamental en su negocio, su comunidad o su familia. ¿Cuáles son los mayores aportes que usted espera hacer? Proyecte esto hacia el futuro, digamos a 100 años. ¿Es este el legado que usted quiere dejar, la diferencia por la cual quiere ser recordado? Si no, ¿cuál es?

8. Empiece una página en un cuaderno. Escriba una o dos frases en tiempo presente, que evoque la profundidad emocional de lo que a usted le interese y quiere hacer. Como encabezamiento ponga: “Mi vocación personal y propósito en la vida es…”

Uno de los métodos recomendados para descubrir su potencial único y propósito es el de los cinco porqués, serie de preguntas que usaron nuestros antiguos mentores y han aplicado en años recientes los investigadores de negocios Jim Collins y Jerry Porras.

En su esencia es esto: empiece con una declaración descriptiva: Yo me inclino a hacer X o yo tengo capacidades para Y, y luego pregúntese cinco veces: ¿Por qué es esto importante? Después de unos pocos porqués, sentirá que está llegando a un propósito fundamental. Luego reflexione y aclare lo que ha encontrado. Escríbalo. Póngalo a prueba. Siga preguntándose: ¿Me parece bien? Y si no, ¿por qué no? Los cinco porqués permiten a un individuo o a un grupo adoptar hacia su trabajo una actitud más creativa y significativa.

Cuando sienta que ya lo entiende bien verá que valía la pena esperar. De ahí en adelante su conducta y elecciones de día a día empezarán a armonizar con ese propósito central.

Podrá desarrollar metas de cambio o visiones a corto y a mediano plazo, imágenes que verá en su mente como deseables, factibles, enfocadas y comunicables, al mismo tiempo que compatibles con su propósito.

En esta forma le será más fácil y menos dispendioso de tiempo generar nuevas estrategias, y como resultado, alcanzar y celebrar más triunfos a corto plazo – y también errores como fuentes de nuevo aprendizaje.

Una pregunta final al considerar cómo poner en práctica su propósito: ¿Cuáles son dos maneras específicas en que me distinguiré de la multitud en el curso del próximo año, siendo fiel a mi propósito?

Quedo atento a sus comentarios en este artículo sobre el propósito que los guía y en mi cuenta de Twitter @Juancarlosy y los dejo con un video de una entrevista que hice hace varios años pero que tiene que ver con el tema del propósito. El video hace parte de nuestro programa de televisión Negocios, que justamente tiene el propósito de inspirar y entregar información útil y transformadora al mundo de los negocios en Iberoamérica.