No, nadie estaba preparado para lo que se nos vino encima ese marzo del 2020. Cuando hablamos de la pandemia parecemos estar de acuerdo en que nadie se salvó de sufrir, la situación golpeó duro a todo emprendedor y empresario casi sin excepción. Sin embargo, también pareciera que se asume que las cosas estaban bien justo hasta antes, que se empezó a sufrir desde cero en ese momento, y la verdad, es que eso no es cierto, hay historias, como esta, que inicia esta crisis, en medio de una más terrible.

Carlos Londoño, Libardo Londoño y Darío Herrera hacen parte de la historia de la firma antioqueña Suministros Integrales. Foto Cortesía.


«En Suministros Integrales estábamos en un momento de crisis muy fuerte. Habíamos acabado de vender una de las compañías, pues pasábamos por un momento de adelgazamiento financiero, por una sanción de la DIAN en un tema documental por una exportación», recuerda Carlos Londoño.

El problema con esta entidad era de un tamaño considerable, difícil de enfrentar para cualquier líder administrador, pues por consecuencia de un error tributario, a la compañía se le había procesado y tenía embargadas las cuentas y el establecimiento de comercio.

«Nos vimos en la obligación de ampararnos en la Ley de la reorganización para preservar los puestos de trabajo y a la compañía, que para ese momento estaba cumpliendo veintinueve años», redondea la idea el director de operaciones.

Como si esto pareciera poco, aquel que firma los documentos en nombre de la compañía para este tipo de procesos, el representante legal, asume de manera personal la responsabilidad y se ve enfrentado a la posibilidad de terminar preso.

Una firma te puede llevar a la cárcel

El recaudo del impuesto IVA es un asunto muy serio, cualquier emprendedor lo debe tener claro. Este no es un tema que se trate a la ligera por parte de la DIAN y mucho menos, puede ser así por parte de cualquier agente retenedor o recaudador de dicho impuesto a la venta, la omisión de este deber, sea por omisión o incluso por error, trae consecuencias legales y judiciales muy severas.

«Yo soy el representante legal de la compañía y estuve fuera de ella unos dos o tres años. En este período hubo otro gerente, pero yo seguí firmando las declaraciones de IVA», relata Carlos.

Mientras estuvo atendiendo asuntos personales y profesionales durante este período, Carlos permaneció conectado con la empresa, atento a todo lo que fuera necesario y en lo que pudiera ser útil. Ahí entra esta función como firmante de tan importante papel que debe ser presentado periódicamente y sin falta.

«En la coyuntura, la empresa se apalancó con el IVA, no se hizo nada indebido desde la intención, pero este es un impuesto que si no se paga, da cárcel», fundamenta Carlos.

Por un error en la documentación, la DIAN inició un proceso tributario en contra de Suministros Integrales, y la Fiscalía, uno penal en contra de Carlos Londoño. Él asegura nunca haber vivido un momento más difícil en su vida.

Habla de la fe en Dios, pues es un creyente total y a este entrega su vida y su trabajo, y cree que fue esta la que le ganó al miedo, pues comenta que la única forma de salir de ese problema era pagando la deuda, y como la empresa estaba amparada en la Ley de la reorganización, las cuentas estaban bloqueadas, los bancos no les podían prestar dinero, estaban en una especie de callejón, cuya única salida, era vender activos. Se logró, pero no sin sufrir un poco. Entonces, llegó la pandemia.

¿De dónde proviene la innovación?

«Nosotros tenemos una bendición muy grande… muy, muy grande en nuestra empresa y se llama Darío Herrera, él es el verdadero protagonista de esta historia», asegura Carlos emocionado.

El tema del desarrollo y la innovación es algo que se toman muy en serio en esta compañía. Esta labor es encomendada a la sabiduría, pues están plenamente convencidos de que lo nuevo no nace de la espontaneidad, no viene de la experimentación en terrenos desconocidos, por el contrario, se funda en la experiencia.

«La experiencia y el saber hacer, son los que traen la verdadera innovación. Uno ve las historias de este tipo y muchas veces son de personas muy jóvenes, pero no nos podemos olvidar de que quienes tienen la experticia del saber hacer, realmente son personas de alto recorrido», reconoce Carlos.

El señor Darío Herrera ha dedicado los últimos años a desarrollar fórmulas para productos en las líneas de líquidos para la desinfección. Suministros integrales tiene un tren de desarrollo con desinfectantes de tres tipos: uno para el sector hospitalario, uno de tecnología y otro de frutas y verduras.

«Cuando se da el confinamiento, don Darío se va a formular desde su casa. En ese momento, sale una lista de la EPA (Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos) buscando propuestas alternativas para eliminar el virus de superficies», contextualiza el representante legal.

Cuando estalla la crisis del virus y el miedo comienza a comandar las decisiones del mundo entero que se ve en jaque, mientras el Covid-19 avanza con su letal y aplastador paso, urge buscar y encontrar armas que ayuden a hacerle frente. Nadie, en ninguna parte del mundo, tiene una respuesta mínimamente clara. No hay ningún producto probado, ni siquiera evaluado, contra el virus SARS-Cov-2.


Este fragmento corresponde a la historia de Suministros Integrales en el libro Historias de Negocios Altamente Inspiradoras -Versión Pandemia-, que acaba de salir al mercado. Es un libro con principios, valores, buenas prácticas y mucho aprendizaje para los emprendedores. Los interesados en adquirirlo lo pueden solicitar en este link.

El libro es de mi autoría en equipo con Vianette Monsalve y un equipo de producción, redacción y diseño apasionado por contar buenas historias: Andrés Toro, James Alzate, Daniel Sierra y Johan Paniagua, a quienes agradezco su dedicación para sacar un libro muy potente y cargado de inspiración.