Recientemente, tuve la oportunidad de visitar Necoclí, un municipio ubicado en el Urabá antioqueño, gracias a una invitación de Fontur. Junto a un grupo de ocho periodistas e influenciadores, exploramos este rincón del Caribe colombiano, descubriendo sus encantos naturales, culturales y gastronómicos.

Nuestra llegada a Necoclí fue una cálida bienvenida. Al arribar al área urbana, fuimos recibidos con los sabores del mar en el restaurante Juan Dela Mar, donde disfrutamos de una deliciosa comida caribeña. La hospitalidad de los necocliseños se hizo sentir desde el primer momento, y nos sentimos como en casa.

Una inmersión en la cultura local

Alojados en la calle del pescador, tuvimos la oportunidad de interactuar con los habitantes del lugar y conocer de cerca su día a día. Doña Anita, una nonagenaria llena de sabiduría, nos compartió historias fascinantes sobre sus antecesores y la historia del municipio. Su relato nos transportó a épocas pasadas y nos permitió comprender mejor la riqueza cultural de esta región.

La inauguración del festival Sin Pasaporte fue otro de los momentos destacados de nuestro viaje. Este evento, organizado por el municipio, busca promover una mirada integral a la migración a la vez que destaca el turismo y la cultura local.

Una de las experiencias más conmovedoras fue presenciar una interpretación del bullerengue. Las mujeres del grupo que nos recibió en Necoclí nos transportaron con su música y danza a otra época. Sus voces, llenas de sentimiento y nostalgia, resonaron en nuestras almas. Cada movimiento de sus cuerpos era una historia contada, una tradición transmitida de generación en generación. El bullerengue, más allá de ser una danza, es un ritual que conecta a las personas con su tierra y sus ancestros.

Sabores y tradiciones ancestrales

En nuestra visita a la vereda El Hoyito, tuvimos la oportunidad de deleitar nuestro paladar con las delicias de doña Elsa Padilla y doña Delis Guzmán. Sus productos, elaborados con ingredientes locales, son un verdadero manjar. Los panes y postres de estas talentosas mujeres nos permitieron conocer de cerca la tradición culinaria de la región.

No nos podíamos ir de El Hoyito sin antes visitar El Árbol Mágico del Amor y la Vida, del cual se cuenta que era una forma de los antepasados indígenas de la región de comunicarse con sus dioses. Es un imperdible cuando se trata de conocer los principales atractivos de este pueblo caribeño.

En el corregimiento El Totumo, nos encontramos en Playa Machín con El Cone, un personaje teatral que nos recibió con los brazos abiertos. A través de su arte, nos transmitió la alegría y la energía de este territorio. Además, disfrutamos de un almuerzo tradicional de Semana Santa, una combinación de sabores que nos sorprendió gratamente.

Más tarde fuimos a la sede de un movimiento cultural de marca mayor, llamado Corporación Totumo Encantado donde tuvimos dos experiencias principales: una exposición relacionada con la época de violencia que vivió la región, en la cual resultaron afectados niños que fueron forzados a entrar a la guerra. Y luego pudimos conocer más de cerca el bullerengue y disfrutar de un desfile de trajes elaborados por personas del mismo corregimiento.

Naturaleza y aventura

Nuestro viaje culminó con una emocionante excursión en lancha a la Ensenada de Rionegro. Allí, pudimos admirar la belleza de los manglares y observar de cerca a las fragatas, aves marinas que sobrevuelan estas aguas. La naturaleza exuberante de este lugar nos dejó sin aliento.

Un viaje inolvidable

Necoclí es mucho más que un destino turístico, es un lugar con alma. Su gente, su cultura y su gastronomía hacen de este municipio un lugar único y especial. Si estás buscando una experiencia auténtica y en contacto con la naturaleza, te recomiendo visitar Necoclí, para que vivas intensamente el mar de Antioquia.

Cómo llegar a Necoclí:

Recomendaciones para disfrutar al máximo tu viaje:

Actividades:

Recomendaciones específicas:

Con estos consejos, estarás listo para disfrutar de un viaje inolvidable a Necoclí.

Pero antes de terminar, mi agradecimiento muy especial a las empresas y entidades que hicieron posible que viviéramos esta experiencia: Fontur, Mincomercio, El Totumo Encantado, la Corporación Necoclí Tiene Magia y el Festival Sin Pasaporte.

Gratitud a los restaurantes de la Calle del Pescador, que nos acogieron y que recomiendo por sus instalaciones y la amabilidad del personal: Hotel Samapini, Hotel Juan Dela Mar, Punta Caribana Casa Hotel y Cabañas La Moraleja.

Gracias a Deimer Mercado, de la agencia de viajes operadora «Mi Huella en el planeta», por un viaje espectacular a la Ensenada de Rionegro. También para el historiador que nos hizo el tour urbano nocturno: Iván Espinosa Peláez, un gran conocedor del municipio y de la región. Y no me podía faltar la gratitud para un lugar especial donde nos comimos unos helados deliciosos. Su nombre es CORA del Alma de la Palma.


Recuerden contarme sobre posibles temas e invitados para este blog, para mi programa Negocios en tu Mundo y para nuestra colección de libros Historias de Negocios Altamente Inspiradoras. Me encuentran en mi mail juany@agenciastm.com y mis redes sociales: XLinkedinFacebook e Instagram. Les invito a leer Historias de Negocios Altamente Inspiradoras, que pueden conseguir en este link de la Librería Nacional. Es un texto muy potente y útil.