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De lo mejor del mes de julio fue visitar la Fundación SACIAR, el primer banco de Alimentos de Colombia, que fue creado el 13 de mayo de 1999. Estuve allá para hacer una nota de televisión sobre la aplicación EatCloud y debo confesar que me enamoré de esa institución, de la cual les voy a contar más detalles para que entre todos miremos cómo la podemos apoyar.
Esta es mi visita a SACIAR, que hice en compañía de Juan David Correa, de EatCloud. En la foto también están Gloria Inés Arango Caro, Coordinadora de Mercadeo Social; y Silvia Elena Llano Mesa, Subdirectora de este banco de alimentos.
Se trata de una Institución sin ánimo de lucro, de carácter privado, constituido por un grupo de familias antioqueñas para ser un “Puente entre la Carencia y la Abundancia”.
Y miren qué belleza. Su propósito misional, es la lucha contra el hambre, la disminución del desperdicio de alimentos, la construcción de tejido humano y social y el fortalecimiento institucional en pro de la seguridad alimentaria y nutricional de la población en situación de vulnerabilidad, en alianza con los sectores público, privado, iglesia y comunidad.
Contexto del departamento y los bancos de alimentos
El departamento de Antioquia es despensa local y nacional de variados productos agropecuarios para su consumo, lo que significa un territorio con un gran potencial para el aprovechamiento de sus excedentes agrícolas y pecuarios.
Los bancos de alimentos, como organizaciones de ayuda humanitaria sin ánimo de lucro, son instituciones solidarias que contribuyen a reducir el hambre y la desnutrición con una política de cero (0) desperdicio tanto a nivel local y regional como en el ámbito nacional e Internacional.
El accionar diario del Banco de Alimentos SACIAR, es la búsqueda de donaciones de productos consumibles de buena calidad, provenientes de la industria alimenticia y agrícola, de grandes cadenas de supermercados, de centrales de abasto, de cultivos y de empresas o personas que manipulan alimentos, los cuales son llevados al Centro de Acopio de la Fundación, que cuenta con la logística requerida para recoger, seleccionar, clasificar y empacar, para hacerlos llegar luego a un gran número de instituciones solidarias de Antioquia y de otras regiones del país.
Por la gran cifra de Pérdidas y Desperdicio de Alimentos (PDA) en todo el país: (9.76 millones de toneladas al año), Fundación SACIAR viene trabajando en la recuperación de las cosechas que no se comercializan y se desechan directamente desde los cultivos por la dinámica de la ley de oferta y demanda, tamaño, color y presentación de los alimentos que no pasan estándares de calidad pero que son perfectamente consumibles y necesarios para la población que padece hambre, desnutrición y malnutrición.
Esta labor tiene también un impacto ambiental
De no hacer la recuperación de estos excedentes agrícolas, dichos alimentos terminarían en desechos orgánicos para compostaje, comida de animales o nocivos desechos contaminantes al ambiente.
La experiencia del “Programa de Recuperación de Excedentes Agropecuarios –REAGRO–“ de Fundación SACIAR de Medellín, se ha replicado y se ha escalado en los demás bancos de alimentos de Colombia y varios del mundo. De esa manera cumple su objetivo solidario y de servicio a la población que sufre hambre, marginación y desamparo; a la vez que le apunta a varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible –ODS–.
Desde el 2012, año en que se dio inicio al programa, en Fundación SACIAR han rescatado Frutas y Verduras (lo que denominamos comercialmente Fruver) para contribuir al sostenimiento y crecimiento de los TEMPLOS COMEDORES…, que son los sitios donde se reúnen personas vulnerables a recibir la alimentación proveniente de esta obra social.
“QUE NADA SE PIERDA” y “AYUDEMOS A COMBATIR EL HAMBRE Y LA DESNUTRICIÓN”, son las consignas que motivan a Fundación SACIAR a incrementar las cifras de alimentos rescatados en sus programas misionales y de ayuda humanitaria.
Estos son templos comedores de SACIAR en diferentes territorios. Son iglesias que reciben a personas en situación de vulnerabilidad que llegan a recibir sus alimentos.
Algunas cifras de este flagelo
Las toneladas de comida rescatada es mucha cantidad si consideramos que pudieron haber sido productos de desecho para la basura, pero es muy poca teniendo en cuenta la gran cantidad de alimentos que aún se desechan desde la propia cosecha y aquellos que se desperdician en los procesos de recolección, transporte y comercialización.
Según cifras y estudio del Grupo de Investigación de la Asociación de Bancos de Alimentos de Colombia ABACO, en Colombia hay cinco (5) millones de personas que sufrieron desnutrición crónica en su primera infancia y que hoy padecen sus secuelas: son menos inteligentes y más pobres por culpa del hambre.
Estos cálculos se realizaron teniendo en cuenta la prevalencia del retraso en talla en niños y niñas de 0 a 4 años desde 1990 hasta 2015.
Un adulto que sufrió desnutrición crónica (retraso en talla) en los primeros dos años de vida tiene 14,6 puntos menos de Coeficiente Intelectual (CI), 5 años menos de educación y 54% menos de salario en su vida adulta.
Tiene impacto en su potencial de ingresos
De acuerdo con el Índice de Capital Humano del Banco Mundial, por cuenta de la malnutrición y la baja calidad educativa, un niño nacido en Colombia probablemente sólo alcanzará del 50 al 60% de su potencial de ingresos.
Durante los tres primeros años de vida se forma el 80% del cerebro de los seres humanos. La óptima nutrición es fundamental para garantizar que aumente la masa cerebral y que se conecten las neuronas.
El buen desarrollo del cerebro determina el desarrollo cognitivo y este el aprendizaje, la capacidad de procesar mejor y entender todo lo que sucede en el entorno y todo ello es clave para lograr un mejor rendimiento escolar y más ingresos en la vida adulta.
“Sólo con el trabajo mancomunado vamos a poder lograr superar las terribles secuelas que esta enfermedad trae para el pleno desarrollo de las personas y para la economía del país”, explica Juan Carlos Buitrago, director de la Red de Bancos de Alimentos de Colombia – ABACO-.
Es así que, con idoneidad, experiencia y transparencia y gracias al trabajo responsable de sus empleados, colaboradores y voluntarios y a la permanencia de sus benefactores, Fundación SACIAR siente satisfacción por dedicarse a la labor de recuperación de excedentes agropecuarios en el campo.
En mi visita dialogué con Gloria Inés Arango, Gloria Inés Arango Caro, Coordinadora de Mercadeo Social, y me manifestó que la Fundación SACIAR agradece a los campesinos, agricultores y cultivadores por sus generosas donaciones e invita a los agricultores, empresarios, comerciantes y comunidad en general a que se vinculen donando productos alimenticios perfectamente consumibles próximos a su vencimiento, excedentes que ya no se pueden comercializar por razones técnicas o de mercadeo, averías por daños en la presentación del empaque, mercancías excedentes de campañas especiales, productos de baja rotación y alimentos en general.
La invitación de SACIAR es para que los diferentes sectores del país trabajemos de manera articulada en la construcción e implementación de un plan intersectorial de mediano plazo para la prevención de la desnutrición crónica.
Un agradecimiento a Ana Marcelina Hernández que me hizo llegar material escrito, con cifras, para poder contarles a ustedes sobre este tema.
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