Paola Rueda es mi socia y amiga, a quien admiro muchísimo porque se convirtió en abanderada de una misión que considero altamente loable: promover las buenas prácticas empresariales de sana convivencia basadas en la equidad de género.
Como parte de su estrategia para crear conciencia del tema en el sector empresarial, creó la conferencia – cuento «Se Rompe el Techo de CRISTAL», que tuvo gran acogida en el Makeen Summit, un evento corporativo internacional realizado en la Universidad CES, en Medellín. Sensibilizar para la toma de conciencia, modificar comportamientos y fomentar la equidad, es el objetivo de este contenido profundo y a la vez divertido, que les comparto para los lectores de mi blog, con la idea de que hagan sus comentarios.
Se Rompe El Techo de CRISTAL
Por Paola Rueda López
Cristal es una niña que quiere sentirse amada desde que está en el vientre y no que su papá y su mamá se pongan tristes o su familia y que las y los vecinos critiquen, porque no va a nacer varón. Afortunadamente ni su padre, ni su madre son de esos, y desde que se entera su Padre que viene en camino su hija, se pone feliz y luego cuando la ve, estrecha su tierna manito y le dice: «Hija, aquí estoy. Eres bienvenida». «Se vale nacer mujer».
Cristal comienza a crecer y familiares y amigos y amigas le llevan regalos. Ollitas y un juego de escoba y trapeadora para su casita de muñecas mientras que a su hermano Mármol unos pocos años mayor que ella, le llevan carritos, computadoras y registradoras. Mármol crece creyendo que Cristal, como es mujer, sólo es buena para el hogar y esa creencia le lleva a contratar hoy, 30 años después en su empresa, a hombres preferiblemente. Creció creyendo que los hombres son buenos para las empresas y los negocios, mientras que las mujeres son solo buenas para la casa o los trabajos «simples». «Se vale incentivar la equidad de género desde el juego infantil para cambiar las creencias». «Se vale que las mujeres jueguen a ser Gerentas, a manejar el poder y el dinero, así como también se vale que los hombres jueguen a ser padres, a ser tiernos, a que lloren, a que sientan miedo». «Se vale que hombres y mujeres hagan juntos las tareas del hogar y cuiden juntos las familias y el planeta».
Cristal es una de las mujeres afortunadas en el mundo en acceder al estudio y posteriormente al trabajo y comienza a destacarse. Lleva 10 años trabajando en una empresa llamada INEQUIDAD y se ha dado cuenta que su compañero, que hace exactamente el mismo cargo que ella y que entró hace apenas 3 meses -razón por la cual la trayectoria en el cargo no suma- gana un 40% más de salario, sólo por ser hombre. «Se vale la igualdad en la remuneración».
Cristal toma la valiente decisión de renunciar a su empresa. Nunca ha sido tenida en cuenta para un plan de carrera o ascenso y peor aun, ha sido testiga de cómo sus compañeros hombres, luego de asistir al torneo de bolos o de tomarse unas cervezas con su jefe, obtienen mejores cargos. «Se vale competir en igualdad de condiciones».
Cristal no sabe jugar bolos y aunque supiera no habría podido ir a jugar, porque como el torneo era en horas de la noche, ella a duras penas tiene unos minutos para salir volada del trabajo para la casa y comenzar su segunda jornada laboral, esta vez sin remuneración para lograr equilibrar o mejor acallar esa idea que le da vueltas en su cabeza: «soy una mala mamá». «Se vale trabajar y sentirse buena mamá». «Se vale destacarse profesionalmente sin sentir culpa».
Cristal tiene actitud, tiene formación y experiencia, tiene talento, sin embargo, no le han dado un cargo de dirección en la organización, porque a los jefes les da temor que por ser mujer no logre liderar bien a su equipo y dilate las decisiones. «Es que las mujeres son sentimentales y eso nubla su visión empresarial», afirman. «Se vale que las mujeres sean jefas y que al serlo, puedan seguirse comportando como mujeres. Las mujeres en cargos directivos son efectivas y cuando logran el complemento con los hombres las organizaciones crecen.»
Cristal ha tomado la decisión de comenzar a buscar empleo, envía hojas de vida y la llaman a una entrevista. Sale agobiada porque a pesar de ser tenida en cuenta en el proceso y obtener los mejores resultados, en el momento final le dicen que el cargo tiene un perfil más masculino y que por esa razón deciden no contratarla. Cristal sola y triste sale a buscar el transporte público, tiene que caminar por una calle oscura y comienza a recibir toda clase de agresiones verbales, de piropos grotescos, humillantes. Entra al Metro, y como es usual, un hombre roza su cadera adrede y sonríe como si se tratara de algo socialmente permitido y aceptado. «Se vale tener calles y transporte público seguros, para mujeres y hombres. » Se valen los hombres respetuosos y no violentos.»
Cristal llega a casa y se encuentra con su hermano Mármol a quien ha comenzado a compartirle lo que le sucede. Sin embargo, a él por un oído le entra y por el otro le sale, cree que su hermana es muy empeliculada y que arma un tornado en un vaso de agua. Sin embargo el amor de hermanos lo frena y la escucha. Logra ponerse en sus zapatos y siente impotencia. «Se vale cambiar de opinión, se vale generar cambios a partir de hoy».
Mármol abraza a su hermana Cristal y toma la decisión de generar un cambio en la empresa en donde él es el Gerente. Esas palabras de su hermana las convierte en pensamiento, le surgen grandes ideas que decide poner en acción y que más adelante espera convertir en hábito o «cultura organizacional». Esos hábitos transformarán el carácter y finalmente el destino. Mármol hoy es un gran defensor de la igualdad de derechos, deberes y oportunidades entre hombres y mujeres. Se da cuenta que hay que pasar de los buenos sentimientos a acciones que generen cambios profundos. «Se vale que los hombres luchen por los derechos de las mujeres, por la igualdad».
Al día siguiente Mármol llega a su oficina y llama a su Jefe de Recursos humanos, le pide que revise la escala salarial y específicamente la equidad en los pagos entre mujeres y hombres que ejercen el mismo cargo y procede a igualarlos. Además, le da la directriz de que a partir de la fecha, se debe incluír en los procesos de selección a igual numero de hombres y de mujeres, llegando al final, no a ternas sino a cuartas: 2 hombres, 2 mujeres. Mármol, gracias a lo que está sufriendo su hermana Cristal en la empresa INEQUIDAD, ha entendido que hablar de igualdad de derechos, deberes y oportunidades entre hombres y mujeres, es hablar de DERECHOS HUMANOS, de productividad, de competitividad, de sostenibilidad. Es tener en cuenta, aprovechar e incluir al 50% o más de la población que somos las mujeres. «Se vale tomar decisiones innovadoras que cambien para bien de nuestras realidades».
Mármol va mas allá, y resuelve exponerle a la Junta Directiva de la empresa, con datos y hechos, con evaluaciones de desempeño, documentado, que la vacante en el Comité de Presidencia puede ser ocupada por las mujeres Autonomía, Participación ó Esperanza. La Junta decide entonces, que una de esas 3 mujeres -como su hermana Cristal que se ha preparado y tiene no sólo las competencias para el cargo, sino la pasión- sea la que asuma ese rol de directiva de la compañía. «Se vale que las mujeres estén en cargos directivos». Cristal decide retirarse de la empresa en la que ha trabajado durante 10 años. «Se vale decir basta! Tomar conciencia y elegir. Nunca es tarde.»
Cristal se hace cargo de su realidad y, cansada de buscar trabajo con una mejor remuneración y no alcanzarlo por ser mujer, y queriendo ser una gran empresaria como lo es su hermano Mármol, decide botar el miedo y comenzar su propia empresa, para ser ella, como directiva la que propenda por el equilibrio, por la complementariedad. Cristal quiere demostrarse y demostrar que sí puede, que tiene el conocimiento, la experiencia y las competencias para liderar procesos, para liderar transformaciones y comenzar con su propia vida. «Se valen las mujeres sin miedo a construir sus sueños». «Se vale que las mujeres sean empresarias».
Cristal se ha convencido de la importancia de ayudar a otras mujeres, que como ella, quieren avanzar. Ahora fortalece sus habilidades y como facilitadora invita al autodescubrimiento para que sean, ellas mismas, las que encuentren formas de generar conciencia en sus entornos. Cristal es coach y ayuda a cientos de mujeres y hombres, a pasar de un estado A a un estado B mucho más feliz. Con más equilibrio. Con más opciones. «Se vale usar herramientas y metodologías novedosas que faciliten el proceso».
El mundo ha avanzado gracias a muchas mujeres y hombres que han entendido que un mundo mejor se construye entre mujeres y hombres en igualdad de condiciones, y a personas que como su hermano Mármol, comienzan a implementar buenas prácticas de equidad de género y flexibilidad laboral en sus empresas, lo que garantiza que las compañías que las implementan, obtengan no sólo más ganancias económicas sino, un ambiente laboral más humano y más feliz. «Se vale hacer visible las buenas prácticas de equidad de género. Se vale la flexibilidad laboral en las empresas».
Ahora Cristal tiene una nueva responsabilidad y es hacer de su empresa, la mejor, la más humana, la más feliz y la más eficiente! Y ello lo logrará implementando las buenas prácticas de equidad de género y flexibilidad laboral en su empresa, y por ello buscará tener buena remuneración para sus trabajador@s, igualdad de salario a igual trabajo, flexibilidad de horarios, guardería, teletrabajo como herramienta, con el fin de que se genere la posibilidad tanto a mujeres como a hombres de asumir la maternidad y la paternidad sin angustias. «Se vale ser Mamá y Papá sin culpas o señalamientos». «Se vale eliminar el estereotipo de género de hombre proveedor y mujer sumisa y abnegada».
Hoy tanto la empresa de Mármol como la de Cristal, son mucho más efectivas, gracias a la equidad de género y a la inclusión. Hay indicadores de gestión que así lo demuestran. Tanto Cristal como Mármol han logrado que en sus compañías hombres y mujeres se complementen, se integren, han creado una cultura corporativa de equidad de género y social, que se respira desde que se entra a estas empresas. No se conciben equipos directivos sin igualdad entre hombres y mujeres. «Se vale desarrollar indicadores de gestión para demostrar con datos y hechos que la inclusión paga».
La empresa de Mármol avanza gracias a ese estilo de liderazgo que se ha desarrollado en los últimos años en los que se cree en la inteligencia emocional, así como en la intuición, la escucha y la empatía. El índice de rotación ha disminuído, la gente – HOMBRES Y MUJERES- se sienten a gusto porque asumen retos y son tenidos en cuenta. La medición de clima laboral indica que el ambiente es propicio para el crecimiento y desarrollo de las y los colaboradores, hay participación, cocreación, el equipo se ha potenciado. «Se valen ambientes en los que se fortalezca el ser y en los que el compromiso llegue como resultado».
Y como lo que se enseña con el ejemplo, con convicción, con coherencia se replica, hoy varios de los colaboradores y colaboradoras tanto de Mármol como de Cristal que han sacado adelante esta visión del mundo y la ejercen desde cualquier rol en el que se desempeñan. «Se vale generar conciencia en el otro y en la otra, demostrando el deber ser con nuestras vidas. Coherencia».
La compañía de Cristal, FEMINISMO, cree que el hombre y la mujer deben tener derechos, deberes y oportunidades desde la igualdad política, económica y social. Hubo un momento en que la presión era tal que la compañía estaba por abandonar sus buenas prácticas de equidad de género y flexibilidad laboral, o incluso tener que cambiar la razón social porque se sintió impopular, esa palabra feminismo generaba en algunos casos resistencia y en otros confusión, pero Cristal decidió correr el riesgo y seguir adelante asumiendo el costo que ésta decisión podría generarle. Hoy, gracias a la coherencia de sus directivas, a una cultura corporativa sólida y con bases fuertes en principios y valores y a una estrategia de comunicaciones y de relaciones públicas, la reputación de la empresa FEMINISMO ha crecido favorablemente. Incluso sus acciones se han valorado más. Hoy es una empresa mejor ranqueada en la Bolsa de Valores de Colombia, de Nueva York y de Madrid. Esa política de buenas prácticas de equidad de género ha facilitado la expansión de la compañía. «Se vale trazar una estrategia consistente en equidad de género que propenda por la sostenibilidad».
Hoy Cristal no solo es líder en su empresa sino líder en su familia, en su ciudad, en su país. Trabaja en red con otros hombres y mujeres que buscan igualdad en las oportunidades. Esa coherencia es la que llevó a pensar a Cristal como la actriz Emma Watson en su discurso ante la ONU sobre la urgencia de trabajar por la equidad cuando dijo: «Si no soy yo, entonces quién? ¿Si no es ahora, entonces cuándo?» Gracias a esa motivación interna, Cristal como otros seres humanos han generado conciencia. Hoy hombres, mujeres, niños y niñas entienden que si comparten este planeta, deben ser ambos los que tomen las decisiones sobre cómo transformarlo para que sea mucho más feliz. «Se vale la participación económica, social y política de hombres y mujeres, en conjunto».
Esa barrera o «Techo de Cristal» que sentía Cristal y que no le permitía liderar y asumir procesos de dirección se ha roto. Como ella, hay miles de mujeres que con el apoyo de un hombre llamado hermano, papá, amigo, esposo, compañero, Jefe, están viendo que su vida se transforma desde la igualdad. «Se vale co-crear un mejor mundo para todos y todas». «Se vale el lenguaje incluyente que hace visible tanto a niñas como a mujeres».
FIN