Por: Maryury Romero, Country Manager de SAP Colombia

Todos los empleados aportan algo diferente a sus empresas, y cada uno de ellos debe tener las mismas oportunidades de crecer, contribuir y ser reconocidos por sus habilidades particulares. De esta forma las habilidades, experiencias y talentos únicos de cada persona se combinan para crear una fuerza de trabajo dinámica, que pueda crear soluciones innovadoras y dependerá de las empresas generar el entorno óptimo para que desarrollen todo su potencial y convertir ese valor en una ventaja competitiva sostenible.

De acuerdo con la organización Great PlaceTo Work, se han demostrado los numerosos beneficios de un lugar de trabajo diverso e inclusivo, con mayor capacidad de innovación y un aumento en la retención de empleados. A su vez, un informe sobre cultura organizacional de la firma de investigaciones Gallup demostró que los empleados que tienen un lugar de trabajo inclusivo logran estar más comprometidos y están dispuestos a respaldar con mayor vehemencia su empresa lo que a la larga redunda en el crecimiento en los ingresos

Por estos días, que conmemoramos el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo, es importante volver la mirada para revisar qué tanto estamos haciendo desde el entorno corporativo para que las personas en el espectro autista tengan mayor cabida en los escenarios laborales. Así mismo, entender el valor que, como empresas, encontramos en la integración de personas con distintas capacidades y habilidades.

En el caso de la multinacional tecnológica SAP, hace 9 años se dio inició al programa Autism at work, que se centra en la contratación de personas que se identifican en el espectro del autismo. A través de este programa, la organización ha podido incorporar diferentes empleados en el espectro, en una dinámica que hoy reporta resultados bastante positivos y que sirve de ejemplo para que otras compañías puedan ponerlo en práctica. Los beneficios son evidentes y comprueban el gran valor de la inclusión como motor de innovación. Este programa no solo brinda una oportunidad laboral sino que dispone de todos los elementos para que puedan desarrollar sus talentos, brindándoles un ambiente de trabajo y apoyo en el que ellos se puedan expresar de manera abierta sin tener que ocultar su condición.

Gracias a sus capacidades neurodiversas,  talentos singulares o especiales, se convierten en atractivas incorporaciones para cualquier compañía. Por ejemplo su diversidad de pensamiento, creatividad, compromiso e interés en los detalles, generan nuevas ideas y soluciones únicas y novedosas para cada reto que se les presenta, algo que en la actualidad muchas empresas quieren obtener. De hecho, los grupos de colaboradores que integran personas en el espectro autista han resaltado que esta diversidad en sus equipos trae consigo nuevas formas de ver las cosas, animando a todos aquellos que los rodean a pensar creativamente.

Este ejercicio de inclusión exige un compromiso de toda la compañía. Como empresas, debemos enfocarnos en desarrollar las distintas habilidades y fortalezas que tiene cada individuo y darles una oportunidad de crecer en un ambiente de respeto donde se sientan valorados. El programa Autism at Work de SAP está estructurado de tal forma que les permite fortalecer sus habilidades, cuenta con mentores capacitados y disponibles para que los miembros del programa puedan conectarse y compartir sus experiencias, creando así una comunidad dedicada a impulsar y desarrollar su carrera. En SAP, la tasa de retención de esta población es del 90 por ciento, gracias en gran medida a esa red de apoyo.

De parte de los líderes también debe haber un compromiso para que la inclusión sea una realidad. Mentalidad abierta, flexibilidad y disposición al cambio se cuentan entre las condiciones que es preciso extender a los equipos de trabajo, con el fin de que haya una verdadera actitud hacia la integración de personas diversas. Un informe del Harvard Business Review revela que, en el tema de inclusión, lo que digan y hagan los líderes marca la diferencia hasta en un 70 por ciento, es decir, se debe liderar con el ejemplo.

De esta manera, es preciso mostrar a todos un compromiso real con la diversidad y la inclusión. Los líderes deben ser lo suficientemente humildes para reconocer sus debilidades y no temer a equivocarse en ese camino hacia una cultura inclusiva. La recompensa puede ser muy buena, como lo afirma un estudio de la firma DEI, que muestra que las compañías con un mayor número de líderes enfocados en la inclusión son entre 3 y 4 veces más rentables y exitosas financieramente que aquellas que ni tienen este tipo de programas.

Nuestro compromiso como organización va más allá de la generación de resultados de negocio. En un contexto mundial en el que cada vez es más importante considerar a las personas y sus capacidades, debemos encaminarnos hacia entornos que fomenten la contratación de personas con habilidades diferentes y así trazar los caminos del verdadero compromiso con la inclusión. Al final del día, la gran recompensa será la innovación.