Por: Claudia Rojas, VP Industria y Adopción de Valor de SAP para la Región Norte de América Latina
El sector manufacturero se encuentra en un momento importante de transformación en el que la información juega un papel fundamental. Hoy hablamos ya de una manufactura del futuro, que implica la total conexión de las industrias con múltiples dispositivos enlazados y que se comunican fácilmente.
De esta manera, la manufactura actual combina personas y máquinas para operar juntas, y requiere que cada máquina y proceso funcionen según lo planeado, pues un error puede desordenar toda la producción, lo que impacta negativamente en los resultados. Es en este punto que los datos son clave, pues ayudan a resolver circunstancias complejas, de manera rápida, ágil y precisa.
Por ejemplo, ya es posible ver a través de aparatos interconectados con el software y las aplicaciones de las máquinas. Esto da como resultado una enorme mejoría y visibilidad de cada proceso pues, al estar en todo momento conectados –enviando y recibiendo información, las organizaciones pueden producir una gran cantidad de datos para ser analizados y comprendidos.
El análisis de datos transforma a la industria manufacturera en tiempo real y beneficia a las empresas en distintas áreas, tales como calidad predictiva, rendimiento de los equipos (y su consumo de energía) y por supuesto, costo de producción el cual se refleja de manera consolidada en el estado de ganancias y pérdidas de una compañía.
Sin embargo, los beneficios van más allá de la misma empresa y se extienden a dos prioridades que tiene toda organización: clientes y consumidores. A través del análisis de datos, las empresas manufactureras pueden optimizar la gestión de su cadena de suministro. Imaginemos un fabricante de juguetes. Con información inmediata tiene la capacidad de pronosticar la demanda de sus productos lo cual les permite planificar los turnos de trabajo, los niveles de inventario desde materia prima hasta producto terminado, los mantenimientos requeridos sobre los equipos, en fin, la planificación es la primer ficha del dominó, entre mejor la planificación mejores son los resultados y por ende el costo.
Los datos provenientes del piso de planta, permiten subir a las oficinas para toma de decisiones tácticas, se requiere invertir en más capacidad? ¿Qué me está afectando mi Scorecard a nivel de servicio? Cual es la razón de mi perdida de nivel de cliente? Calidad? ¿Tiempos de entrega?. Los datos viajan de abajo hacia arriba y de arriba hacia abajo y esto requiere de un equipo humano capaz de poder tomar decisiones de forma ágil y rápida.
Los datos facilitan a las compañías de manufactura 3 V ‘s, la primera es Visibilidad, tengo visibilidad de la salud de mi operación? ¿De la merma real? ¿Por qué tengo una merma creciente? ¿Cuál es la visibilidad a futuro? Cuantos meses adelantes esta mi manufactura preparada para responder? La otra V´s es Variabilidad, no existe una pronostico 100% veraz y por tal razón los procesos de manufactura tienen que ser veloces (a un bajo costo) para poder mitigar la variabilidad, cual es mi capacidad de respuesta en horas extras? Puedo adelantar la producción? ¿Cual es mi equipo humano disponible para trabajar tiempo extra?
Y por último y no menos importante, Velocidad, cual es la capacidad de la organización en tomar decisiones, dos semanas? Inmediato? En cuanto tiempo puedo saber mi costo real? En cuanto tiempo puedo saber cual es mi cuello de botella de planta?, habiendo dicho esto, los datos son los habilitadores para lograr una visibilidad suficiente que me permita reaccionar con velocidad ante la variabilidad de mi negocio.
Por el lado del servicio al cliente, los beneficios son igualmente esenciales. Cuando se conoce mejor al consumidor es posible responder a sus necesidades cambiantes, mejorar las relaciones y ajustar estratégicamente los procesos para cumplir con las expectativas más altas.
El análisis de datos ayuda a la productividad y optimización de las empresas. No obstante, los directivos de las compañías tienen el reto de materializar el valor de la big data para convertirla en ganancia operativa y en Latinoamérica el reto está en invertir y aplicar estas tecnologías. El Covid-19 descubrió en empresas de todo tamaño una inmadurez tecnológica que en el mejor de los casos les permitió seguir operando a otras empresas las historias no fueron tan buenas. Solo cambiando la mentalidad, arriesgándose al cambio y dejando viejas metodologías, los líderes actuales podrán transformar sus empresa manufactureras y convertirlas en empresas del futuro, innovadoras, óptimas y con los resultados deseados tanto para su negocio como para los clientes.