Por, Andrés Goyes, Senior Presales Solution Consultant de SAP Concur

La integración de Inteligencia Artificial en las tareas asociadas a la gestión financiera está permitiendo a las compañías ahorrar costos, ser más eficientes y tomar decisiones de negocio más acertadas.

La inteligencia artificial (IA) está revolucionando todas las áreas dentro de las organizaciones y se ha convertido en un aliado invaluable para mejorar la eficiencia, precisión y toma de decisiones.

Uno de los ámbitos corporativos donde los beneficios de la integración de la IA son más evidentes es la gestión financiera. Para comprender su relevancia, es crucial definir la IA como un campo que se enfoca en desarrollar algoritmos y sistemas capaces de ejecutar tareas que demandan inteligencia humana, como el aprendizaje, el razonamiento y la toma de decisiones. En su esencia, la IA emplea datos y algoritmos avanzados para aprender y mejorar con el tiempo.

La lista de ejemplos de la IA aplicada a la gestión financiera es extensa e incluye tareas como la automatización de procesos contables, el seguimiento de gastos corporativos, la detección de posibles fraudes y la mejora de decisiones de inversión y gestión de riesgos.

En cuanto a la automatización de procesos contables, la IA simplifica y agiliza las operaciones diarias de las organizaciones al automatizar tareas como la entrada de datos, la conciliación bancaria y la generación de informes financieros. Utilizando sistemas de reconocimiento óptico de caracteres (OCR), se extraen datos de facturas y recibos de manera precisa, eliminando errores humanos y ahorrando tiempo.

Otro caso destacado de uso de la IA es la optimización de gastos corporativos, en el que esta tecnología analiza patrones de gastos para identificar oportunidades de ahorro y eficiencia. Esto permite reducir costos innecesarios y tomar decisiones basadas en datos para optimizar los recursos financieros.

La IA también juega un papel esencial en la gestión del gasto en viajes corporativos al automatizar tareas relacionadas con los viajes de negocios, como la recomendación de opciones de transporte y alojamiento que generen ahorros para la organización. Asimismo, acelera el procesamiento de recibos y facturas de viajes, simplificando los reembolsos y la contabilidad.

La detección de fraudes es otro campo donde la IA tiene un impacto positivo. La tecnología analiza grandes conjuntos de datos financieros en busca de patrones y anomalías que puedan indicar transacciones fraudulentas o desviaciones de recursos. Además, puede identificar comportamientos inusuales y generar alertas para investigaciones adicionales al interior de las organizaciones.

En la gestión de riesgos, la IA evalúa los datos financieros de una empresa para identificar señales de advertencia de riesgos, como fluctuaciones inusuales en ingresos o márgenes de beneficio. Esto permite tomar medidas proactivas para mitigar los riesgos identificados.

Por último, la IA mejora las decisiones de inversión y financiamiento al analizar datos financieros y de mercado para identificar oportunidades rentables y evaluar riesgos potenciales. También ajusta automáticamente las carteras de inversión según las condiciones cambiantes del mercado.

La IA en la gestión financiera y los gastos corporativos es un campo en constante crecimiento. Su capacidad para impulsar la eficiencia y la toma de decisiones precisa es innegable. A medida que esta tecnología sigue evolucionando, las organizaciones deben mantenerse al tanto de las tendencias y aprovechar las oportunidades que la IA ofrece en el ámbito financiero empresarial. El futuro de la gestión financiera está, sin duda, marcado por la inteligencia artificial.