El sector empresarial está siendo permeado por diferentes tecnologías. Cada vez más, las conversaciones entre profesionales de diferentes sectores se dirigen hacia esas herramientas y avances tecnológicos que permiten, internamente, una mejora sustancial en los procesos para el cumplimiento de los objetivos de cada negocio.
La toma de decisiones estratégicas en las organizaciones está evolucionando gracias a la tecnología que ha traído consigo múltiples elementos e instrumentos que favorecen la evolución de procesos internos de las empresas, llevándolas a convertirse en empresas inteligentes que aprovechan estos instrumentos y obtienen destacados resultados en el corto y mediano plazo.
Uno de estos mecanismos, se conoce a nivel mundial como Robotic Process Automatization (RPA) que, aunque parezca por su nombre, no tiene nada que ver con robots sustituyendo tareas de seres humanos, ni con la producción industrial, sino todo lo contrario; se trata de la inserción de tecnologías que hacen más eficientes las operaciones repetitivas que tradicionalmente se realizan manualmente por los colaboradores de las empresas.
Estas herramientas que están llegando para colaborar y realizar funciones administrativas, le brindan a los seres humanos la capacidad de ahorrar tiempos en trabajos cotidianos, como, por ejemplo, la actualización diaria de la tasa de cambio en un departamento de finanzas, que se acostumbra a realizar manualmente y que puede acaparar tiempo de trabajo.
El Robotic Process Automation (RPA) tiene diferentes objetivos: el primero de ellos, es llevar a un nuevo y mejor nivel de rapidez y eficacia operaciones que respondan proactivamente a las necesidades del mercado, para que la capacidad laboral se dirija al cumplimiento de tareas escalables sin errores y así también ayudar a los empleados a centrarse en procesos de alto valor, mucho más estratégicos para la posición reputacional de las compañías.
Los principales beneficios que organizaciones a nivel mundial pueden extraer de este servicio son múltiples: mejora en las operaciones utilizando trabajadores para tareas de alto valor, a costos más bajos, evolución en la calidad del servicio para reducir los tiempos de ciclo para transacciones generadoras de ingresos, incremento de las capacidades de cumplimiento, y en la habilitación de la precisión de ejecución del proceso en velocidad y eficiencia.
En la actualidad, las empresas tienen mayores costos cuando dependen constantemente de procesos intensivos. En cambio, pueden llegar a ganar una postura de mercado mucho más robusta reputacionalmente al enfocar el personal en tareas de alto valor, en lugar de aquellas actividades repetitivas que han sido resistidas a modificarse.
Un ejemplo de este tipo de iniciativas, es el de SAP, que a través de un asistente digital conocido como “Lucy”, ha tenido la posibilidad de automatizar más de 27.000 ofertas de empleo que se hacen cada año y ejecutar procesos manuales de manera segura, rápida y eficaz.
A raíz de estos procedimientos, se contribuye proactivamente a encontrar oportunidades emergentes en el mercado para apuntar a la evolución de las necesidades de los clientes, cada vez más exigentes.
El objetivo es claro: la automatización es una característica clave de las empresas inteligentes. Particularmente cuando los procesos son complicados pero repetitivos, esta herramienta puede ayudar a reducir el error humano y liberar a los empleados para centrarse en actividades que se traducen directamente en mejores productos y servicios para el mercado en el cual se desempeñan.
Por Guillermo Brinkmann
Presidente de SAP Región Norte de América Latina