Por: Marcela Perilla, presidente de SAP para la Región Norte de América Latina y El Caribe 

Las empresas de todo el mundo están dando prioridad a la transformación digital, una evolución que se vio acelerada por los cambios vividos en los últimos meses con la pandemia, pero que continúa incluso cuando las sociedades están empezando a reabrirse.

En 2023, más de la mitad del PIB mundial corresponderá a empresas transformadas digitalmente, según estimaciones de IDC. «Este punto de inflexión digital anuncia la aparición de una nueva especie de empresa, la empresa digitalmente activa».

A medida que los consumidores se transforman, nosotros como organizaciones también debemos hacerlo. Esta transformación suele conducir a soluciones híbridas, que combinan la nube y las instalaciones. Las soluciones tecnológicas que están en el mercado tendrán un aspecto fundamentalmente diferente dentro de unos años, y la tendencia hacia la nube no dejará de ganar impulso.

Adaptarse a la nueva realidad digital requiere adoptar mindset cloud – mentalidad cloud y el desarrollo de esta mentalidad requiere nada menos que la transformación y la reinvención del funcionamiento de los equipos. Aunque desarrollar la mentalidad cloud significa superar algunos obstáculos importantes, vale la pena, ya que esta determinará el futuro de los negocios.

Mentalidad cloud requiere soluciones creadas con propósito

Un obstáculo común al adoptar la mentalidad cloud es la resistencia por desarrollar nuevas soluciones cuando muchas de las antiguas siguen siendo perfectamente útiles. Al fin y al cabo, no todo el mundo utiliza sistemas totalmente basados en la nube y, a corto plazo, algunas tecnologías existentes, que a su vez fueron lentas y difíciles de desarrollar, pueden terminar el trabajo de hoy.

El sistema nativo de la nube tiene múltiples beneficios. Por un lado, es extremadamente fácil de desplegar. Cualquier cliente que disponga de un producto en la nube puede activar el programa prácticamente con un clic. Una solución en la nube debe ofrecer la posibilidad de multiplicar sus servicios técnicos y hacer que escalen automáticamente, lo que no sólo es potente hoy en día, sino que será muy valioso a medida que las organizaciones sigan pasándose a la nube.

Para tener una verdadera mentalidad cloud, hay que estar dispuesto a poner el trabajo por adelantado para experimentar la innovación continua y aprovisionar regularmente nuevas características mientras se escala sin esfuerzo en el futuro. Aun así, el desarrollo de soluciones nativas de la nube viene acompañado de un cambio en la forma de trabajar.

Es difícil cambiar viejos hábitos y patrones de comportamiento. Sin embargo, no es imposible, y me ha encantado descubrir que la gran mayoría de las personas son capaces de adaptarse a estas nuevas formas de trabajar.

Por último, adoptar una mentalidad cloud significa desarrollar no sólo nuevas formas de trabajar internamente, sino también de trabajar con los clientes. Hoy en día, muchos procesos empresariales de sus clientes se han convertido en lo que llamamos procesos en tiempo real. Están siempre en marcha, son muy críticos y tienen un impacto empresarial inmediato cuando no están disponibles. Si los clientes utilizan procesos en tiempo real, tenemos que ofrecerles asistencia en tiempo real.

Desde las herramientas hasta las funciones de trabajo, la mentalidad cloud requiere una forma de trabajar diferente, que se extiende a toda la organización y su ecosistema. Sin embargo, también significa que todo el mundo tiene la oportunidad de contribuir y, con la gestión del cambio adecuada, puede crear un grupo cohesionado con una misión y una perspectiva compartida sobre el futuro de la organización.