No puede ser que cada vez que un cliente de Davivienda denuncia que le hackearon y le vaciaron la cuenta, la respuesta de la entidad sea, casi que inmediata y entre comillas, que la culpa es del cliente.

Y lo hacen con una rapidez que hasta el propio Sherlock Holmes envidiaría, por lo que toca radicar ante el banco una denuncia detallando el caso para ver si se toman la molestia de investigar.

Definitivamente no es el trato que merece un usuario que lleva años manejando con la mayor responsabilidad sus cuentas, como el que interpuso el reclamo # 1-24307520255.

¿Cómo es posible, como expone el usuario en su denuncia, que sin entregar claves y solo con una llamada telefónica puedan acceder a su APP de Davivienda y sacarle el monto casi exacto de lo que tenía en su cuenta de ahorros?

Algo muy raro debe estar pasado. Los hackers al parecer les llevan años luz de ventaja a los sistemas de seguridad de algunas entidades del sistema financiero utilizando algoritmos, códigos o lo que sea que se inventen, con los cuales acceden y saquean  las cuentas de sus víctimas con una sola llamada. Y por lo cual deberían, como en este caso, responderles a sus clientes por dichas falencias.

¿Cómo es posible que, como le ocurrió a este cliente, que la pregunta de seguridad: “Davivienda desea confirmar si usted realizó una transacción por valor de $XXXXX de su cuenta. Favor responda Sí o NO”, llegue una hora después de haberse cometido el fraude?

¿Cómo es posible que, en esta oportunidad, vaya coincidencia, no llegaron los códigos de seguridad que envían antes de realizar transacciones por altos valores, tal como sí había ocurrió esa misma semana cuando el usuario transfirió montos significativos para el pago de una cuota inicial de un carro?

Los bancos están en la obligación de contratar auditores forenses especializados en delitos informáticos para que les hagan seguimiento a todas estas operaciones fraudulentas en contra de sus clientes y para mejorar sus sistemas de seguridad en línea.

Es que no se trata de un caso aislado el de 1-24307520255. Solo hay que revisar publicaciones de algunos medios para corroborar que es algo recurrente:

W radio: https://www.wradio.com.co/noticias/actualidad/crecen-las-quejas-por-fraudes-en-davivienda/20210118/nota/4102650.aspx

El Espectador:

https://blogs.elespectador.com/tecnologia/alejandropinto/davivienda-recibe-33-mil-reclamaciones-al-mes-fraude

Semana:

https://www.semana.com/economia/finanzas-personales/articulo/cuantos-reclamos-por-fraude-recibe-davivienda-al-mes/202147/

Las 2 Orillas

https://www.las2orillas.co/nos-robaron-12-millones-de-pesos-y-davivienda-no-responde/

Y en todos los casos de fraude los clientes se preguntan lo mismo: ¿Por qué la pregunta de seguridad de Davivienda, autorizando la transferencia, llega cuando ya la misma se ha realizado?

Si falló el sistema de seguridad en este sentido, y se comprueba tal falencia en todos los casos de fraude, Davivienda debe responderles a sus clientes. Y es sencillo, solo basta revisar a qué hora se hizo la transferencia fraudulenta y a que hora el banco envió el mensaje de autorización. Y listo.

En el caso del reclamo # 1-24307520255 la pregunta de seguridad llegó una hora después. Se respondió que NO se autorizaba. Pero el fraude ya se había consumado. Y ahora Davivienda se quiere lavar las manos. Que horror.