Se trata de una de las fiestas culturales más importante del país y estoy casi seguro que de Latinoamérica: El Festival Folclórico y Reinado Nacional del Bambuco. Sin embargo, la que podría ser una de las vitrinas más importantes para promover al departamento del Huila, a su cultura, sus tradiciones, sus sitios turísticos, sus proyectos económicos, sus paisajes, su gastronomía, su literatura, su agroindustria, su café más suave del mundo y, desde luego, a San Agustín… pasa desapercibida para el resto del país y del mundo.
Parece que a los gobernantes de turno solo les interesa realizar un aburrido ‘San Pedrito’ en Bogotá, como el que acaba de organizar el gobernador Carlos Mauricio Iriarte, sin difusión alguna, y presentarse a Sábados Felices. Creen que con ese par de actividades ya es suficiente para que los bogotanos se ‘peguen la rodadita’.
Cómo hacer para que un gobernador del Huila o un alcalde de Neiva entiendan que estas fiestas deben manejarse como una gran empresa, que no solo le deje dividendos económicos al departamento por la venta de aguardiente y la ocupación de los hoteles, sino que también sirva para exportar su imagen y sus productos.
Para que comprendan que las fiestas son el mejor pretexto para mostrar los proyectos que tiene el departamento, como por ejemplo la Zona Franca Surcolombiana que se construye en un área de 56 hectáreas y que se constituye en la primera zona multiempresarial del sur del país.
Y para contarles a todos que hoy somos los principales cultivadores de café de Colombia y la tercera región productora de petróleo. O que la multinacional Azteca Comunicaciones iniciará la instalación de 600 kilómetros de fibra óptica en el departamento o que en Pitalito, a 20 minutos de San Agustín, tenemos un aeropuerto pero no hemos podido convencer a las aerolíneas comerciales que lleguen a él.
Pero parece que fuera una tarea imposible de hacer. Comenzando porque hay una señora que lleva como 20 años organizando las fiestas y que se escrituró el puesto y nadie ha sido capaz de sacarla de ahí. Los tiempos cambian. Las nuevas tecnologías de la información, el dinamismo de los negocios, las comunicaciones, las redes sociales y los medios virtuales hacen que los movimientos, las organizaciones y los eventos cambien, se modernicen y se conecten con los canales que mueven el mundo hoy día. Pero la señora sigue ahí, inamovible como si fuera una de las estatuas de San Agustín.
A estas alturas de la vida hay que dejar esa visión parroquial con que se manejan las festividades del Huila, donde todo el mundo cree que a Neiva solo se va a tomar Doble Anis… Yo no se por qué no visitan al menos Barranquilla para que aprendan cómo opera la Fundación Carnaval de Barranquilla, la cual cuenta con protocolos, con un Manual de Ciudad Carnaval con modernos modelos de gestión interna y externa, donde los conceptos, directrices y políticas de la organización son producto de un esquema de gestión integrado por diversas áreas. Y donde están presentes las grandes marcas nacionales y donde la empresa privada tiene una importante participación.
Pero al parecer no hay poder humano para hacerles entender. Es como si tuvieran una venda puesta en los ojos y no pudieran ver más allá de las fronteras del departamento.
De todos modos, no dejen de pegarse la rodadita este año… pero por favor no vayan solo a tomar Doble Anís… que estas fiestas tienen la muestra folclórica y cultural más grande del país. Por algo son las festividades más largas de Colombia: van desde el 14 de junio hasta el 1 de julio. Y saquen tiempo para ir a la Tatacoa, a San Agustín, para comprar nuestras artesanías y para averiguar, de paso, sobre cómo invertir en el Huila y cómo participar en sus principales proyectos industriales, turísticos, comerciales, inmobiliarios, agrícolas, piscícolas y pecuarios, entre muchos otros.