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Ahora que escasea el óxigeno medicinal en clínicas y hospitales, vale la pena recordar que en buena parte por culpa del ‘cartel del oxigeno’ es que hoy estos centros de salud no cuentan con su propia planta de generación como ocurre en países como Japón y Canadá.

El daño es irreparable y hoy toma unas dimensiones exponenciales debido al incremento de pacientes internados en las Unidades de Cuidados Intensivos y que requieren con urgencia de este insumo para sobrevivir.

Toca remontarnos por allá, a 2004, cuando empresas colombianas como CHAHER promovieron la instalación de Plantas de Producción en Sitio PSA (Pressure Swing Adsorption), para que cada hospital y clínica se autoabasteciera de oxígeno medicinal. Y al mismo tiempo redujeran este costo hasta en un 65% con respecto a lo que pagaban a las multinacionales que controlaban el mercado con tanques criogénicos.

Alcanzaron a instalar algunas, como la que opera eficientemente en el Hospital de Neiva desde hace 10 años. Sin embargo, para contrarrestar su instalación, estas firmas se pusieron de acuerdo para llevar a cabo una estrategia conjunta para bajar los precios del oxigeno medicinal y adelantar otras prácticas restrictivas del libre comercio.

Entonces, el gas medicinal tenía un costo promedio de 3.000 pesos el centímetro cúbico (M3). Y como por arte de magia, cuando se instalaron las primeras plantas PSA, se redujo a 1.000 pesos, lo que desmotivó que otros hospitales y clínicas las instalaran.

Por este y otros hechos la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) las multó (Aga Fano, Exicol y Cryogas) en 2010 con 3.000 millones de pesos. Pero como siempre pasa en este país, las multas luego se caen en otras instancias judiciales.

La SIC sostuvo en su momento que dichas empresas “utilizaron prácticas que van en contra de la libre competencia como campañas para desestimular la adquisición de plantas PSA, presiones y ofrecimientos de dádivas, acuerdos para bajar precios,  desacreditación de la nueva tecnología, charlas disuasivas con directivos de clínicas y hospitales y la inclusión de cláusulas de exclusividad en los contratos”.

Por esta razón los hospitales y clínicas del país no cuentan con su propia planta generadora de oxigeno medicinal que serían una bendición para miles de enfermos por el Covid 19.

Hoy en día el costo del oxígeno producido por las multinacionales cuesta en promedio entre 600 (en ciudades principales) y 1.500 pesos (en ciudades intermedias) el metro cúbico. Lo que hace que las plantas de oxigeno PSA no sigan siendo atractivas.

De esta manera, las mutinacionales siguen controlando absolutamente todo el mercado. Y que ahora sean vistos como los grandes ‘salvadores’ ante la actual crisis que se presenta.

No obstante, ahora el panorama es bien distinto y la crisis generada por el Covid 19 hace que sea urgente esta necesidad, pues clínicas y hospitales no pueden depender eternamente de las multinacionales para abastecerse de este insumo tan vital, especialmente tras lo ocurrido durante esta pamdemia.

De hecho, las alertas por la escasez están encendidas. Y como ya lo han informado varios medios, crecen las denuncias por la especulación de precios del oxígeno medicinal y por el robo y reutilización de ilegal de tanques.

Lo ideal sería que el gobierno reglamente que clínicas y hospitales monten sus propias plantas PSA para que siempre cuenten con oxígeno medicinal a la mano, como ya es una ibligación en varios países del mundo. Y de esta manera no depender de las multinacionales que controlan el mercado de este insumo médico tan necesario, que se obtiene del aire y que salva miles de vidas.

El sistema PSA (Pressure Swing Adsorption) permite separar el oxígeno y el nitrógeno del aire ambiente mediante una filtración molecular.

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