Organismos internacionales como el G-20 y el Banco Mundial han invitado a la Corporación Universitaria Minuto de Dios (UNIMINUTO) a replicar su modelo educativo en otros países. La institución se encuentra ‘empacando’ sus conocimientos y experiencia y su primer destino podría ser África.
Tras 20 años de haber montado un modelo en donde se ofrece educación de calidad a bajo costo, y que llega a muchos rincones del país, la Corporación acaba de iniciar un ambicioso programa llamado UNIMINUTO Internacional, con el que espera llevar el programa a diferentes partes del mundo.
Representantes de la comunidad Eudista en África han mostrado especial interés en adaptar el modelo educativo fundado por el padre Rafael García-Herreros a Costa de Marfil y Benín, donde se han identificado unas necesidades muy grandes en educación superior, debido a que solo el 30% de los que terminan primaria cursan bachillerato.
Por eso sacerdotes de esta comunidad africana visitarán a UNIMINUTO entre el 12 y el 15 de mayo, con el ánimo de concretar su acompañamiento en la creación de la Universidad Tecnológica Eudista Africana.
Jorge Gallego, gerente de UNIMINUTO Internacional, explica que el programa surgió de la iniciativa de todas las entidades que han apoyado a la Corporación y que han visto la posibilidad de que sea replicado a nivel internacional.
Y se refiere a organizaciones como el G-20, que eligió a UNIMINUTO como la primera institución educativa del mundo ganadora del ‘Desafío G20 en negocios incluyentes’, un concurso en el que participaron más de 190 compañías de todo el mundo.
Para entidades como el G-20 y el Banco Mundial, el modelo educativo de UNIMINUTO llama la atención por ofrecer educación de calidad a bajos costos y por financiar las matrículas a través de una cooperativa propia, al tiempo que es financieramente auto sostenible.
“Aunque las tarifas de las matrículas son muy asequibles, garantizamos unos márgenes mínimos para el sostenimiento económico de los procesos formativos, para infraestructura física, tecnológica, formación del talento humano, subsidios, becas, entre otros”, señala Gallego.
Explica además que el modelo pedagógico exige a los estudiantes desarrollar un trabajo social antes de graduarse, lo que contribuye a su formación como ciudadano en valores como solidaridad y la responsabilidad social, pero también porque resuelve problemas de las comunidades.
Según Gallego, la realización del proyecto en África dependerá de la consecución de recursos provenientes de entidades que respalden la iniciativa y del apoyo de los gobiernos locales. “Esta es una aventura que estamos emprendiendo y estamos abiertos al apoyo de muchas personas naturales y jurídicas”, añadió.
Esta primera experiencia espera sentar las bases que permitan en un futuro cercano la creación de sedes propias de UNIMINUTO en centro y sur América.