Vuelve y juega. Nuevamente el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar nos ignoró a los periodistas de economía y negocios. En 2008, luego de que los medios económicos más influyentes hicieran mucho Lobby, la organización (Seguros Bolívar) creó la categoría de Periodismo Económico, que en esa oportunidad se lo ganó Marcela Escobar, editora entonces de la revista Dinero.

 

Para nosotros esta fue la única posibilidad que tuvimos para ganárnoslo, pues la pelea siempre fue la misma: esos premios casi siempre se los otorgaban a  las historias de orden público, narcotráfico y corrupción.

 

Pero, para sorpresa nuestra, decidieron eliminar nuevamente la categoría sin ninguna explicación.

 

Y es que solo basta con repasar  algunos de los trabajos que ganaron el año pasado para ver que quienes escribimos historias de negocios y de economía tenemos muy poca opción de clasificar: ‘Las últimas horas de Cano’, ‘La corrupción y privatización de las tierras de Parque Nacional Tayrona,  ‘Así fue el carrusel de los contratos en la alcaldía de Bucaramanga’, ‘Así se robaron la Dirección Nacional de Estupefacientes’ y ‘La historia del soldado que se volvió mujer’.

 

Desde luego que se trató de excelentes trabajos periodísticos de colegas nuestros. El punto es que quienes escribimos para medios como Portafolio, La República, MisiónPyme, Dinero, Gerente, sus respectivas punto.com o las secciones económicas de El Tiempo, El Colombiano, El Heraldo, El Espectador, El País, etc., no tenemos mucha opción de ganar este premio por obvias razones.

 

De hecho, en una sola oportunidad Portafolio se lo ganó en 1996, en la categoría de ‘Mejor Entrevista’. Se trató de una charla de Silverio Gómez y Hermógenes Ardila con el embajador de Estados Unidos de ese entonces Myles Frechette.

 

Olvidan los organizadores que todo lo que tiene que ver con los negocios interesa a los lectores, a los oyentes y a los televidentes porque tocan de una u otra manera el bolsillo de absolutamente todos los colombianos. Es que negocios es todo: la comida, el transporte, el cine, la salud, el turismo, la televisión, la telefonía celular, los servicios públicos, los supermercados, la ropa, la finca raíz, los vehículos, los electrodomésticos, el cuidado personal, los restaurantes, el emprendimiento,  la competencia, las pujas por un nicho del mercado, la expansión de las grandes superficies, la llegada de una aerolínea de bajo costos, etc., etc., etc.

 

Quisiera recordarles que por lo general estas historias son entretenidas, gustan, tienen personajes, cuerpo, trama y desarrollos interesantes.

 

Por eso hoy Hermógenes Ardila, como muchos colegas más, también cuestiona el hecho de que el Premio Simón Bolívar haya excluido al periodismo económico y de negocios de su portafolio: “Me parece una decisión absolutamente inoportuna. El periodismo económico, por ejemplo, es exigente, con un lenguaje y conocimiento especializado. Y  los  periodistas que se  dedican a esa labor deben tener la posibilidad de un reconocimiento”, sostiene.