Este viernes 1º de septiembre en la Biblioteca Nacional, en Bogotá, a las 6: 00 pm., tendrá lugar el lanzamiento de la Red de Estudios Críticos de Latinoamérica (REC Latinoamérica), una organización surgida en Colombia, y que busca congregar a los principales intelectuales, filósofos y pensadores del país y la región en torno a un proyecto cultural y político desde América del Sur. El evento contará con la presencia del número dos de Podemos, el Diputado por Madrid Iñigo Errejón, que como es bien sabido, representa la renovación política en España. Podemos, surgido del movimiento indignado, se ha convertido en una alternativa política real, a favor de la democratización radical y el control ciudadano de las instituciones y políticas del Estado. Este partido español es bien conocido por su lucha contra la expropiación de la vivienda por parte de los bancos, así como por su enconada lucha contra la corrupción y la neoliberalización de la vida en la península. Han propuesto, también, introducir la participación ciudadana en las relaciones de España con la Unión Europea, en especial, para controlar las onerosas imposiciones económicas de la Zona Euro sobre la ciudadanía.

En el evento también participará Manuel Canelas del Movimiento al Socialismo (MAS) de Bolivia e intelectuales como Luciana Cadahia de España, el pensador colombiano Santiago Castro-Gómez y el joven filósofo Hernán Alejandro Cortés. La REC Latinoamérica bebe críticamente de la experiencia española de Podemos, pero resitúa el discurso aportando elementos de análisis, como las herencias coloniales, y su influencia en la construcción de sociedades democráticas en nuestro continente.

El punto fundamental para resaltar en esta iniciativa desde el SUR, es que siguiendo los postulados del filósofo italiano Antonio Gramsci, el filósofo argentino, ya fallecido, Ernesto Laclau, en diálogo con la filosofía política europea y latinoamericana contemporáneas, así como de la experiencia política concreta, le apuesta a la construcción de voluntades comunes, para lo cual se hace necesario perturbar y trans-figurar el sentido común que tienen las personas sobre el desarrollo, el progreso, el machismo, el racismo, el conflicto, la homofobia, etc. Sólo de esta manera es posible crear nuevos sentidos y visiones del mundo, disputados políticamente, para hacer frente a la hegemonía establecida por décadas por las castas políticas tradicionales y por el mercado que ha mancillado la democracia. Es necesario, desde esta perspectiva, ganarse la sociedad, creando una nueva hegemonía, que si bien no es definitiva, permite aunar demandas para una mayor democratización de la sociedad y crear nuevas formas de vida. En este sentido, ya no es la revolución radical, al estilo del marxismo, o el derrocamiento del Estado o la dictadura del proletariado, lo que está en la agenda política, sino algo más modesto: la defensa de lo común para poder perpetuar la vida y poder “vivir juntos”, como dice Alain Touraine.

LA REC entiende la política como antagonismo, donde la sociedad está compuesta por distintos actores, puntos de vista, miradas diversas y donde la diferencia es productiva; donde no existen enemigos sino adversarios que deben respetarse y con quienes se disputa el sentido común de la sociedad para ganar una hegemonía. Esta perspectiva resulta sumamente pertinente en estos momentos de transición política de las FARC a la vida civil y política colombiana, pues permite concebirlos como un actor político más, un interlocutor válido, respetado, que debe conquistar sectores sociales para disputar democráticamente el poder y la conducción de la sociedad.

Por lo demás, la REC Latinoamérica, un movimiento reciente, cuestiona esa vieja visión del intelectual y el filósofo aislado de la sociedad, sin suelo y sin dirección, y muestra que la academia tiene que participar en los problemas de la vida cotidiana, creando cultura política, educando a la gente, criticando las configuraciones sociales e institucionales y, más importante, oteando y creando perspectivas para la acción colectiva y la transformación social. Igualmente, al ser una propuesta que dialoga desde el SUR, se sitúa geopolíticamente en defensa de la dignidad de nuestro pensamiento y nuestras posibilidades vitales.

Hoy, cuando la xenofobia, el racismo y la discriminación afloran por todos los lados del llamado mundo civilizado, sólo queda la dignidad de nuestro pensamiento y el llamado a la creación de una voluntad colectiva para defender la vida y realizar la “pluridimensionalidad humana” en una de las épocas más oscuras, y en un mundo que avanza desbocado a convertirse en- como decía Ernesto Sábato- un “desierto superpoblado”.