No creo que haya sido pura coincidencia que solo unos días después de que Postobón anunciara con bombos y platillos que iba a incursionar en el segmento de la cerveza, Bavaria le metiera a Postobón tremendo ‘taponazo’ al quitarle el patrocinio del torneo del futbol profesional colombiano.
Para mí que esta jugada es la primera gran advertencia de lo que se le viene ‘pierna arriba’ a Postobón por atreverse, de nuevo, a meterse en los terrenos de Bavaria.
En un primer intento, hace 15 años, las cosas no le salieron bien a Postobón. De hecho, recuerdo muy bien que esa aventura casi lleva a la quiebra al Grupo Ardilla Lulle, que en dicho propósito invirtió 600 millones de dólares en el nuevo negocio, y que incluyeron la construcción en Tocancipá (Cundinamarca) de una de las plantas más modernas de Latinoamérica.
Episodio que describe muy bien la revista Dinero en su edición 458, titulada ‘Vuelve y Juega’:
“La reacción de Bavaria para neutralizar a su rival y la situación económica del país terminaron enredando los negocios (del Grupo Ardilla). La fuerte recesión que comenzó a sentirse desde el 98 terminó desestabilizando las finanzas de la Organización Ardila Lülle, que observaba impávida cómo la deuda crecía de manera acelerada mientras los ingresos bajaban por la caída del consumo.
“Para comienzos de 2000, el costo de la deuda de Leona y la alta inversión en el Canal RCN complicó las finanzas de la Organización. Postobón atravesó tal vez la crisis más profunda de su historia pues su flujo de caja no producía lo suficiente para responder por una deuda que se acercaba a $1 billón y el consumo cayó en medio de la más grave crisis económica de Colombia”.
Lo cierto es que al final fue el propio Julio Mario Santo Domingo quien terminó dándole una mano a su archirrival, pues le compró la planta de Tocancipá, a mitad de precio, y así lo solventó económicamente.
Pero ahora la ‘guerra’ no es contra el Grupo Santo Domingo, sino contra SABMiller, dueña ahora de Bavaria, y una de las más grandes multinacionales de la cerveza.
Y así Postobón llegue de la mano de otro peso pesado como Heyneken, ya SABMiller le demostró, al tumbarle el patrocinio del torneo del fútbol colombiano, lo que le espera de ahora en adelante.
Si bien Postobón, como lo destaca Dinero, tiene hoy una gran solidez económica y llega con un socio poderoso… ¿será que sí le aguantará el bolsillo para enfrentarse a SABMiller? ¿Si valdrá la pena arriesgar la joya de la corona nuevamente para financiar este negocio en el que ya apostó y perdió?
Y la historia se repite… Como un dejavú Postobón ya anunció la construcción de una planta en Cundinamarca en la que invertirá, con su socio, 400 millones de dólares.
Lo cierto es que esta ‘guerra’, como ya empezamos a ver, se pondrá cada vez más emocionante y seguramente vamos a presenciar muchos capítulos más en donde, los consumidores de pola, esperamos ser los más beneficiados. Así que hay que ir alquilando balcón para lo que se viene…
¡Salud!